Muchos médicos suelen recomendar la práctica
de la natación a las personas que precisan mejorar la forma física y fortalecer la musculatura
disminuida por alguna enfermedad o problema, en especial, para aquellos
que presentan problemas óseos, sobre todo con la espalda.
El
estilo de natación más beneficioso para los músculos de la espalda es sin duda nadar a espalda. Es un estilo que no compromete ni las cervicales ni ninguna zona vertebral.
Por el contrario, nadar a braza es un estilo muy
recomendable para desarrollar musculatura y estado físico, pero para
nada aconsejable si sufres de problemas lumbares tales como esclerosis o
lumbalgia.
El crawl es bueno para
corregir la escoliosis, pero hay que aprender a controlar el diafragma y
acompasar la respiración al ritmo de natación.
Son muy buenos los ejercicios de flotación con o sin material, ya que favorecen la eliminación de la presión intervertebral.