Hace unos años me tuve que plantear qué estudiar al acabar bachillerato y selectividad, suponiendo uno de los mayores cambios de mi vida.
Cuando te encuentras en ese momento, todo es incertidumbre y dudas: ¿qué se me da bien?, ¿qué quiero hacer en el futuro?, ¿y si me equivoco o me va fatal…? Todo eran dudas.
Sin embargo, cuando preguntaba a amigos cercanos, muchos parecían tenerlo claro desde hacía meses antes aunque algunos, al poco tiempo de comenzar su carrera, también optaron por cambiarla.
Viéndolo ahora con la perspectiva de los años me gustaría compartir consejos útiles que me habría encantado recibir para elegir que estudiar, especialmente en la carrera.
Antes de elegir estudios o cambiar de carrera
Entiende tus dudas
Ahora, echando la vista atrás hay muchísimas cosas que me hubiese gustado saber o que me dijesen para entender la etapa por la que pasaba.
Si te encuentras en este momento de tu vida: Tranquilidad. Aunque pueda parecer lo contrario, nadie lo tiene claro hasta que empieza.
Depende de la situación en la que te encuentres supondrá un cambio en mayor o menor medida, sin embargo, es un gran cambio para todo el mundo.
En mi caso particular no sólo pasaba a la universidad y tenía que enfrentarme a otra metodología, otro idioma (inglés), otros estudios, sino que además tuve que cambiar de ciudad. Para muchos este cambio puede parecer insignificante pero con 18 años irte a vivir a un sitio que desconoces, sin amigos de antes, nuevos estudios y empezar a vivir sin el soporte familiar, no es sencillo.
Cambio de etapa y vida
Al cambiar de localización, entorno, amigos y de estudios, sin querer, empiezas a cambiar tú.
Puede que al principio no seas muy consciente, aunque lo notarás especialmente cuando vuelvas a tu ciudad de origen y veas la diferencia con las personas que se han quedado a vivir ahí. Notarás que has madurado en exceso, teniendo que hacer rápidamente amigos, adaptándote a una ciudad y aprendiendo a ser tu propia familia, cuidándote y haciendo cosas a las que no estabas acostumbrado.
Puede que esos amigos se hayan quedado en casa con sus familiares, sigan con el mismo entorno y no hayan visto la necesidad de hacer más amigos o ampliar su círculo. Si lo has vivido o estás viviendo, de nuevo, tranquilidad. Es lo más normal del mundo sentir pena y tener la sensación de que evolucionas muy rápido y “se han quedado atrás”. En muchos casos, necesitarás unos meses y conseguirás volver a mantener el vínculo en el que os encontrabais y en otros, probablemente, se acabe.
Ganarás madurez
Bajo mi punto de vista, esta etapa es una de mejores a nivel de crecimiento personal, empiezas a conocerte, a hacerte preguntas y a plantearte dudas que antes rara vez se cruzaban por tu mente.
A nivel personal, al verte expuesto a unas materias desconocidas con gente nueva y puede que en otras circunstancias, te hará entablar relaciones con unas personas u otras con las que compartes intereses. Es posible que te sientas entendido por la carrera que habéis escogido. Esto unido a tener que empezar a vivir sin tu soporte familiar, si es el caso, te expone a nivel de madurez muy rápido y elevado, siendo una de las etapas de mayor crecimiento personal.
Debido a este desarrollo tan rápido, comenzarás a indagar más sobre tu área de estudio, llegando a hacerte preguntas que te lleves a plantearte si has escogido correctamente o no.
Si eres de los primeros, ¡enhorabuena! Si todavía no has escogido o eres de los segundos, ¡sigue leyendo!
El fracaso de equivocarse al elegir que estudiar
Siempre que te expongas a elegir, te enfrentas a un cambio. Si te planteas cómo tomar decisiones, puedes leer mi anterior post sobre el tema. En el caso concreto de la elección de que estudiar, la situación cambia un poco. Principalmente, se suele tener la sensación de que ‘está en juego tu futuro’, como si fuese predecible y dependiese únicamente de una decisión tomada a los 18 años.
De nuevo, tranquilidad. Siendo realistas, la mayoría de personas que escogen una carrera no acaban dedicándose a ella o necesitan una formación complementaria más específica como un máster. Eso quiere decir, que si crees que te has confundido de carrera, probablemente pienses en el futuro que todo el mundo lo ha hecho también porque se dedican a algo que no es lo que primero estudiaron.
Muchas veces vivimos la equivocación de carrera como un fracaso, como si hubiésemos perdido el tiempo y la gente de nuestro alrededor nos sacase ventaja en el terreno profesional. Nada más lejos de la realidad, cuando te lanzas al terreno profesional te das cuenta de que la carrera ha importado poco en la vida de muchos y es su experiencia complementaria o aprendizajes paralelos lo que les ha hecho conseguir un buen trabajo.
La realidad sobre las carreras universitarias
Hoy en día tener una carrera universitaria está totalmente sobrevalorado. Hace unos años, las personas con carrera en España era mucho más limitadas, facilitando la colocación empresarial. Sin embargo, hoy en día los tiempos y la educación han cambiado.
Por un lado, con la incorporación de internet a nuestras vidas, se han abierto infinitas posibilidades de trabajo que hace tan sólo unos años no existían. Los mejores ejemplos de esto serían los ‘influencers’ o los nómadas digitales y bloggers que sabiendo aprovechar una oportunidad en el mercado convirtieron su hobby en trabajo.
Sin querer generalizar, muchos de ellos no tienen estudios universitarios lo cual no les ha impedido tener un trabajo que les apasiona y del que pueden vivir, en algún caso, sobradamente.
Bajo mi punto de vista, todas las personas que sin estudios han conseguido vivir de sus proyectos tienen dos cosas en común: pasión y visión. Primero, la pasión para dedicarle horas a algo que no iban a saber cómo saldría. Lo segundo, la visión de haber sido pioneros y revolucionarios en algo por lo que nadie apostaba.
Por otro lado, cada día hay más personas con carreras universitarias trabajando en puestos para los que están sobrecualificados, en búsqueda incesante de trabajo o muy mal remunerados. Con esto no te quiero invitar a que no estudies ni muchísimo menos, sino que pienses que el futuro es incierto y que ninguna elección que tomes va a ser ni buena ni mala. Sea lo que sea que decidas hacer, intenta que esté lo más alineado contigo posible y te llene de pasión para dedicarle horas.
Quiero estudiar una carrera: ¿Qué estudiar?
Si has decidido que quieres estudiar una carrera, ¡adelante! Yo también lo hice hace unos años y quiero darte algunos consejos que me hubiese gustado recibir.
Olvídate de los ‘test vocacionales o de carrera’
Cuando uno se tiene que enfrentar a esta situación, lo más normal por parte de los centros educativos o incluso por nuestra parte es buscar en google un test que básicamente ‘decida’ cuál es la mejor carrera para nosotros.
Siento decirte que un test no te conoce y aunque sí puede servir para pensar en posibilidades, en la mayoría de las ocasiones no conoce toda la oferta formativa de tu país ni tus habilidades individuales.
Piensa en ti: ¿qué habilidades o talentos posees?
Aunque pueda parecer extraño, cuando hago esa pregunta en alguna de mis sesiones, rara vez encuentro a alguien que sepa responder.
Antes de adentrarte en el que estudiar, piensa qué se te da bien, haz un listado. Puede que surjan muchísimas cosas que no tienen conexión, tal vez se te de bien la comunicación, el deporte y la cocina, no tienen un vínculo evidente entre ellos pero son habilidades que posees y quizás en el futuro veas una conexión como por ejemplo dedicarte a la comunicación de suplementos alimenticios para deportistas.
Céntrate en tu carrera profesional en vez de la universitaria
En muchísimas ocasiones tomamos la elección de una carrera universitaria en base a lo que ‘apetece’ estudiar en vez de pensar ¿qué quiero hacer el día de mañana? Si no sabes la respuesta a esta pregunta por mucho que te la hagas, es normal, o quizás tengas una idea no del todo clara con respecto a tu futuro profesional.
Sin embargo, antes de escoger tus estudios, ten siempre el foco en el trabajo que quieras desempeñar en el futuro. Personalmente, al poco de comenzar mi carrera hice un listado de todas las cosas que creía que podrían gustarme desempeñar en el futuro.
Para mi, fue una salvación y desde entonces se lo recomiendo a todo el mundo que conozco en esta situación. Esa lista me acompañó durante los cuatro años de universidad y a medida que iba conociendo más a fondo un área o lo experimentaba en primera persona iba tachando las posibles opciones y motivos por los que ya no lo consideraba una vía profesional.
Sé muy proactivo
Este es quizás uno de los puntos más importantes para mí. Desde muy pequeña me han enseñado a ‘buscarme la vida’ y a día de hoy podría decir que es una de mis mayores cualidades. Si no esperas que el mundo o tu entorno te resuelva tus circunstancias, siempre tendrás alternativas y vías de las que vivir.
Como te decía en el punto anterior, si antes o justo al empezar la carrera haces un listado de posibilidades, puedes mientras estudias o los veranos entre curso y curso buscar prácticas en aquellas áreas que crees que podrían gustarte como futuro profesional.
Bajo mi punto de vista, si quieres conocer plenamente un ‘sector’ o un ‘departamento’ de trabajo intenta buscar prácticas o posibilidades de trabajo primeramente en una start-up.
El motivo principal es que una start-up tiene fondos normalmente limitados o escasos dejando en tus manos la responsabilidad plena sobre algo. Al principio te guiarán, darán directrices pero llegará un momento temprano en el que te cederán el control. Una empresa de mayor categoría, dará mayor visibilidad a tu currículum aunque verás una muy pequeña parte de cómo funciona un área determinada.
Decidas lo que decidas, muévete. De esta manera vas a conocer de primera mano qué necesidades tienes a la hora de trabajar, mejorarás tu currículum e irás tachando opciones.
Si tu universidad te da la posibilidad, asiste a seminarios o charlas de temas que te puedan interesar aunque no estén relacionadas plenamente con tu carrera universitaria. Te abrirá a nuevas formas de pensar e incluso se te ocurran ideas de emprendimiento que antes no conocías.
La universidad no lo es todo
Si crees que te puede llegar a interesar un tema determinado, no esperes a llegar a la universidad. Prueba a hacer algún curso online, busca en google, lee libros… lo que quieras pero muévete.
Aunque a la hora de decidir puedas ver este momento como decisivo de tu futuro, no lo es. La vida es muy larga y lo más probable es que no te dediques a lo que has escogido en un primer momento.
Considera también otras opciones, si durante la universidad te interesa mucho algo, intenta ponerlo en práctica con el objetivo de aprender, puede que te sorprendas.
He conocido varios casos de personas que han emprendido mientras estudiaban y finalmente han dejado sus carreras universitarias por falta de tiempo. También he visto a gente capaz de compatibilizar ambas y una vez terminados sus estudios se han dedicado a su emprendimiento.
Si no lo tienes muy claro, elige una carrera abierta
Si tienes muchas dudas o no sabes hacia donde ir, te gustan cosas muy dispersas: elige una carrera abierta.
Hay estudios universitarios muy cerrados como podría ser por ejemplo la carrera de farmacia. Si eliges esta opción, raramente vas a querer dedicarte al mundo empresarial, con lo cual, si consideras que te has confundido de carrera, no tendrías demasiado margen de amplitud de opciones profesionales.
Sin embargo, hay carreras ‘flexibles’ que sirven un poco para todo independientemente de lo que hayas decidido estudiar. Un ejemplo de esto podría ser la carrera de Administración de Empresas o incluso Derecho.
A día de hoy, son carreras con opciones profesionales muy abiertas, pudiendo elegir posteriormente en qué área especializarse.
Si estás estudiando Derecho y te has dado cuenta de que te apasiona la Comunicación o los Recursos Humanos, tu carrera no va a ser una limitación para que te dediques a ellos aunque es posible que tengas que hacer un máster o curso complementario. Sin embargo en la misma situación partiendo de la carrera de Farmacia, lo tienes más complicado.
Es una decisión tuya
Puedes y debes escuchar a tus padres con respecto a esta decisión pero no olvides que no puedes delegar en ellos que estudiar. Escucha a tus profesores, amigos, entorno… pregunta pero sin que ellos decidan por ti. Es tu decisión, tu momento y a lo que has escogido como inicio de un futuro profesional.
Todo sirve para algo
Si te has equivocado, no te agobies o martirices con la idea de que has fracasado al no saber exactamente que estudiar. Cada uno tiene sus tiempos y TODO sirve para algo.
Tal vez tenías una idea clara y gracias a haberla probado has visto que ese mundo no era para ti. Quizás gracias a haber comenzado unos estudios que finalmente cambiaste conociste a personas fabulosas que te ayudaron.
Nunca juzgues una decisión, hayas obtenido el resultado que sea, ha servido para algo y te ha permitido conocer dónde quieres estar y solo por eso, si es tu caso, te felicito.
Estás donde tienes que estar
No vayas más allá de lo que tienes ahora mismo. Es posible que tal vez te hayas confundido momentáneamente de carrera, hay personas que se darán cuenta de eso quizás con 40 años tras mucho recorrido en empresas o en trabajos que no les llenaban.
Cada uno tiene su camino en esta vida, nada es definitivo y estás exactamente donde tienes que estar. Así que si estás eligiendo una carrera o sientes que te has confundido: ¡enhorabuena! ya estás un paso más cerca de lo que quieres.
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La entrada ¿Qué estudiar? Elegir o cambiar carrera se publicó primero en Celia de la Hoz.