Ya sabéis que soy una víctima de los 80 como bien postulo en mi About me. A ver, aclaremos, no de todas, pero sí de las clásicas que nos gustan a casi todos los de mi quinta. En los ochenta las películas de acción tenían más enjundia. Al fin y al cabo el éxito de sagas como La Jungla de Cristal o Arma Letal no eran los tiros, eran los personajes.
Die Hard traducido en nuestro país de la siguiente manera:
Die=La Jungla
Hard=de Cristal
Y al carallo…
Un día habrá que hacer un post sobre los tipos que traducen los títulos de las películas. Alguno ya hay por la red.
Aquellas eran películas de acción, hasta aquí todo correcto, pero sus personajes tenían alma. A finales de los 80, Bruce Willis cambia a David Addison (Luz de Luna) por John McClane. El resto es historia.
Y es que John McClane te cae mejor cuantos más años cumples, es como el buen vino. Estamos hablando evidentemente de la trilogía original. Cada pocos años nos caís una entreguita de La Jungla para pasarlo en grande con las resacas de John.
La saga se mantuvo en pause durante muchos años y un buen día nos sorprendió con una cuarta entrega y ahora con una quinta. Y aquí es donde la liamos.
Ahora el cine de acción tiene mucho de acción y poco de cine. La cuarta simplemente era una película del montón.
California, 2006.
Un pez gordo llamado Arthur ojea el último guión con ínfulas de blockbuster que ha caído en sus manos. Terror en la Red. El orondo hombre aspira una calada de su puro cubano. Unos anillos de humo brotan de su boca y se elevan hacia el techo de su mansión.
De repente sus ojos se abren como platos, acaba de tener una idea. En algún lugar del mundo un guionista tiembla. En vez de anillos lo que mana ahora de su boca son símbolos del dólar. Descuelga el teléfono, marca rapidamente un número y espera impaciente tamborilenado con los dedos en el reposabrazos de su caro sofá.
-¡Jimmy, soy Arthur! Tengo aquí una basura de guión que se llama Terror en la Red. Mira a ver si lías a Bruce Willis y le llamamos Live Free or Die Hard o una mierda parecida. Correcto Jimmy. Un par de cameos y a forrarse a costa de nostálgicos cuarentones ¿ok?
Arthur cuelga el teléfono. Se queda pensativo. Vuelve a descolgar y a marcar el mismo número.
-¡Jimmy, soy Arthur! ¡Asegúrate que en España le llaman La Jungla 4! Ok.
Así que entre unos y otros me prostituyen al bueno de McClane, que no es McClane, pero parece McClane.
Hace unos meses estrenaron La Jungla 5. No fui al cine por la crisis y eso, pero tenía la esperanza de que la Ley de los números impares funcionase.
La ley de los números impares o LNI
La 1 y la 3 son, a mi juicio, las mejores de la saga. La 2 y la 4, más flojas. Si la LNI se cumple la 5 tenía que ser cojonuda.
Sabéis los golpes esos que da Bud Spencer en sus películas dejando caer todo su orondo puño sobre algún incauto. Pues así me quedé.
La avaricia y la industria de Hollywood ha conseguido lo que ningún de sus archienemigos: cargarse a John McClane.
¿Qué fue de John? ¿Dónde está? La quinta peli es un pestiño de persecuciones, chistes malos, un taco por aquí, más persecuciones…una hora después del comienzo aún no sé muy bien de qué diablos va la película. Abatido y triste por ver a un icono del cine caer tan bajo experimento la necesidad de advertir a los míos. Lo hago vía Whatssapp. Reproduzco la conversación palabra por palabra:
Yo: Estoy viendo La Jungla 5. Lo peor del mundo.
R: Con dos cojones haja (supongo que querría poner hala, pero ya sabéis lo traicionero que es el teclado del móvil) Tengo que verla. ¿Ya está en video?
Yo: Voy a quitarla y a ponerme la uno. Si…bajón total.
R: Ya imaginaba.
Yo: Sin sentido.
Aquí mi colega me suelta una de esas frases recurrentes, Yo la denominaría: Necesidad Social del Cinéfilo Ochentero.
R: Pero hay que verla.
Ese “Pero hay que verla”, pensado de manera global ha pagado más de un sueldo en Hollywoodland. De hecho yo creo que cuando eligen qué producir el factor “Pero hay que verla” tiene un valor económico X. Arthur se frota las manos. Prosigamos.
Yo: A hostia limpia. La primera persecución dura 25 min, de hecho llevo una hora de peli y aún no sé de qué va. Sale Bruce Willis haciendo de viejo.
R: De eso se trata. Jajajajja
No. No se trata de esto, pero bueno lo dejo correr que no quiero teclear tanto.
R: Ok. Ya hablamos. Te dejo con Willis.
Yo: Ok. No quiero quedarme dormido, pero qué pestiño. En serio no sé de qué va, hay unos rusos y tal. La mitad de la peli es en ruso sin subtítulos.
40 minutos después…
Yo: Menos mal, ya acabó.
Sinvergüenzas. Timadores. Pobre McClane.
En fin. Mis condolencias a la familia McClane. Esto no lo salva ya nadie. El cine ha cambiado, mucha persecución y tal, pero nada. No sé si habrá sexta parte, pero si van a seguir así espero que no.
Eso sí si la estrenan…hay que verla. Al fin y al cabo, es el puto John McClane.
¡Saludos hermanos!