Las baterías, lejos de disminuir su consumo, viven un crecimiento descontrolado: son la fuente de energía de notebooks, celulares, cámaras fotográficas y filmadoras, reproductores de mp3 y ahora en los recientes automóviles eléctricos. Sí: nos hacen la vida más cómoda y portátil pero terminan en los basurales contaminando todo y causando serios riesgos a las personas y animales de esos entornos.
Pueden ser pilas alcalinas comunes, o recargables en su versiones de níquel, cadmio y litio, forman parte del paisaje de los basurales más inhumanos del mundo.
Todas son contaminantes. Las alcalinas son las más consumidas, como muestra el conejito con el tambor: ofrecen potencia y duración pero contienen mercurio. Las más peligrosas son las pilas botón, que usan relojes y otros elementos electrónicos, porque contienen más concentración mercurial. Las recargables tienen níquel y cadmio, también contaminantes.Lo peligroso de las pilas son los metales pesados que contienen, como el mercurio y el cadmio, en los basurales la lluvia lleva éstos hasta las napas de agua y las contamina.
Para asustarse: una sola pila alcalina puede contaminar hasta 175 mil litros de agua, y una pila botón, 600 mil litros. La manipulación directa es peligrosísima, ya sabemos las consecuencias del mercurio en el crecimiento y desarrollo infantil, por lo que nos niños no deben jugar con ellas.
En nuestro país no se comercializan aún baterías no contaminantes. Las pilas Nopopo, de origen japonés, se llenan de líquido, puede ser hasta orina, y se pueden usar, pero tienen poca fuerza eléctrica. Sony está detrás de una biobatería, basada en carbohidratos y encimas.
Si bien en las grandes ciudades hay precarios planes de recolección de pilas a quienes debemos llevarlas para que se ocupen de ellas, los especialistas recomiendan que, cuando no existan estas alternativas, sean desechadas de a una y no acumularlas, porque así se potencia su poder contaminante. Lo ideal sería usar pilas recargables, que si bien tienen cadmio, duran mucho más. De todos modos siempre es conveniente ponerse en contacto con alguna organización ambiental para que nos brinde una alternativa.