Revista Infancia

¿qué hacer con un niño agresivo?

Por Celia Garabaya @britishbubbles

los niños agresivosSon muchos los motivos por los que un niño puede ser agresivo. Esto hace que no exista una formula mágica para que el niño deje de ser violento. Vamos a ver algunos de estos motivos y que podemos hacer para que el niño deje de ser tan agresivo.

Causas más habituales de la agresividad.

Son muchas las causas que pueden potenciar la agresividad y la violencia en los niños. Hoy vamos a ver unas cuantas que son las más comunes entre niños de 1 a 4 años de edad.

  • Etapa egoísta. Los niños suelen pasar una época en la que solo piensan en ellos mismos. Es una fase y no suele tener la más mínima importancia.
  • No sabe hablar. El niño no sabe expresarse aun. Lo que le limita a la hora de expresar la rabia. Por ello muchas veces lo hace de forma violenta.
  • Nunca ha tenido limites, es lo más complicado ya que no se trata de una fase. La ausencia de limites, hace que no vea maldad en pegar.

Cómo actuar.

A pesar de lo que hemos visto antes. Debemos tener en cuenta la personalidad propia del niño. Hay niños que son más parados, muy activos, mimosos, muy independientes… lo mismo nos pasa cuando hablamos de agresividad. Por eso debemos actuar en conciencia con el carácter del niño.

Si el niño comienza a pegar cuando le quitan un juguete.

El niño debe entender que la violencia no es la solución para nada. Lo mejor en esta situación es tantear al niño. Cuando le veamos lo que deberemos hacer es ir y quitarle el juguete y dárselo al otro niño de forma muy relajada y tranquila. Luego le explicamos que no debe pegar y como ha pegado se ha quedado sin juguete.

Si el niño se reafirma y sigue con otros niños nada más quitarle el juguete. Podemos pasar al minuto de reflexión. Además de quitarle el juguete, le sentaremos 1 minuto para que piense lo que ha hecho sin jugar.

Cuando no sabe expresarse. Es más complicado por que el niño no entiende tanto. En estos casos lo que más suele utilizar son los dientes para la agresión. En cuanto le veamos debemos cogerle y separarle del resto de niños, y con cara enfadada, le diremos una y otra vez de forma pausada y tranquila que no se muerde, además gesticularemos tocando su boca y luego diciendo no. Es más complicado que el anterior caso, pueden tardar más. Debemos ir probando hay niños que con decírselo una vez dejan de morder. Otros no les basta. Con lo que tendremos que ir probando con cosas que le gusten. Por ejemplo si hay postre hoy por morder no tiene postre. Viendo que es lo que más puede afectarle para que deje de morder. Debemos tener paciencia y sobre todo un mayor control hacia el niño que muerde para evitar mordiscos antes de que pasen.

El mayor problema es la falta de limites. Es lo más complicado por que es una actitud tomada a lo largo de mucho tiempo por su experiencia, no se trata de una fase. Debemos empezar cuanto antes a tratar de ponerle limites. Y lo más importante es que seamos estrictos en que los cumpla con todo lo que digamos. Ya que una sola norma sin cumplir en esta situación puede hacer que volvamos otra vez hacía atrás.


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