¿Cómo cambiar el color del cristal con el que interpretamos la realidad? Es muy humano sentir momentos de debilidad absoluta en los que nos sentimos incapaces de hacer frente a una barrera importante. La vida tiene muchos matices, conviene recordarlo y encender la linterna para ver las cosas tal y como son y no como uno cree que son (subjetividad y realidad casi nunca coinciden).
¿Qué hacer para ver la vida de otro color?
- En primer lugar, cuestiona tus pensamientos negativos, busca otras opciones y alternativas. Por ejemplo, si has llamado por teléfono a un amigo y te ha atendido un tanto frío en vez de decirte a ti mismo que seguro que está enfadado contigo, busca otras opciones del tipo: “Puede que le hayan dado una mala noticia”, “a lo mejor tenía prisa o estaba cansado”, “quizá le duele la cabeza”. Damos tantas cosas por supuestas que perdemos de vista el valor de los verdaderamente importante: en vez de quedarte con la duda, pregunta las cosas claramente y no te quedes con el malestar dentro de ti.
- Habla del tema que te afecta con otras personas de tu confianza. Te sorprenderás de la cantidad de interpretaciones que existen a partir de un mismo hecho. No se trata de que tomes por ciertas las interpretaciones externas pero al menos, sí es positivo que seas flexible para comprender que tu verdad no es absoluta.
- Piensa que incluso cuando las cosas no son como a ti te gustaría, la vida continúa. Como afirma Charles Chaplin: “El tiempo es el mejor autor, siempre encuentra el final perfecto”.
La vida es más sencilla de lo que la hacemos las personas. Simplifica las cosas a través de tu actitud. No necesitas haber realizado todos tus sueños para ser feliz. Las metas que te quedan por cumplir son un aliciente y un estímulo. ¿Imaginas lo triste que sería vivir teniendo la sensación de que ya no queda nada nuevo por hacer? Celebra tus éxitos y no dramatices tus fracasos.
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