“Ser adicta es una palabra muy fuerte, piensas en drogas o alcohol, yo por eso tardé mucho en entender que el hecho de que se me olvidara recoger a mi niño en la guardería, desvelarme todas las noches o enfurecer si no podía ver mi Facebook, era una adicción”, confiesa “Marlene”.
De acuerdo con “Marlene” la red social le permitía “matar” las horas de ocio a las que tuvo que someterse durante su embarazo y seguir “online” las fiestas, los viajes y las conversaciones de sus amistades. “Mi necesidad de estar ahí creció y ni cuenta me di, nació mi bebé y yo en lo único que pensaba era en que todo el mundo creyera que me iba súper, quería que sintieran envidia de que yo fuera mamá y ellas no, subía fotos como loca y solo me sentía bien cuando alguien las comentaba, pero cuando no, me sentía morir”, declaró. Palpitaciones, sudoración, ansiedad, pérdida del sueño, cambios drásticos en el estado de ánimo y miedo a perderse de “algo”, son algunos de los síntomas que presentan quienes no son capaces de pasar más de media hora sin consultar su red social.
El tiempo libre se debe entender como aquel que se dedica a comer, reunirse con amigos y familiares o ir al cine, y de ese total sólo el 10% o hasta el 20% debe destinarse a revisar las redes sociales, hay que considerar que ni ésta ni otra red social puede sustituir las necesidades de socializar de una persona porque no involucra un contacto directo y vivencial. Es importante manejar a la Internet como una herramienta de investigación y diversión, mas no para que gire en torno a esta las interrelaciones sociales. Hemos olvidado lo que era salir los fines de semana o en la tardes libres después de trabajar o salir de la escuela, y tomar ese balón de baloncesto o fútbol para jugar un partido con nuestros vecinos, primos, hermanos o amigos, en la cancha más cercana a casa, o tomar la bicicleta e ir a dar una vuelta por los alrededores o el simple de hecho de sacar a pasear a nuestro mejor amigo que tiene 4 patas y siempre te recibe con cariño. Pasamos más de 2 horas de nuestro tiempo libre sentados frente a una pantalla, lo que no solo nos puede causar obesidad y otras enfermedades, sino que nos aísla del mundo real y de las maravillas de convivir y relacionarse con otras personas de manera espontánea e inesperada. Aquí les comparto los 10 síntomas de un adicto a las redes sociales:
- Dejas el celular olvidado en casa y te sientes perdido, aislado del mundo
- Compruebas tu cuenta de Facebook aproximadamente, 20 veces al día.
- Si no recibes un comentario en el último post que acabas de publicar en tu blog en menos de 12 horas, piensas que ya tus lectores te han abandonado.
- Te niegas a irte de fin de semana sin llevarte tu ordenador portátil.
- Tienes más iconos de redes sociales en tu celular que aplicaciones de productividad.
- Te has comprado un equipo haciendo incluso cola el día que se puso a la venta y sólo lo usas para poder actualizar Facebook desde una pantalla más grande que la del móvil.
- Tienes más amigos online que en la vida real.
- Comentas desde el móvil mientras vas andando.
- Te conectas a Facebook incluso antes de lavarte los dientes por la mañana.
- Compruebas las últimas actualizaciones ya desde la cama, antes de irte a dormir.