Written by valedeoro // 31/07/2013 // productividad // No comments
El tiempo finito para una lista sinfin
La presentación verbal de tus planes tiene dos ventajas en comparación con tu lista de tareas escrita: te responsabiliza frente a otra persona (que puede ser tu pareja o una amiga) y te alerta cuando te has propuesto demasiadas actividades.
En la lista escrita cabe todo y un poco más. Guiado por la esperanza mañanera te olvidas de que por la tarde te dará un bajón o que es logísticamente imposible ir a correos, hacer la compra, ir a aquella reunión y además organizar el regalo de despedida de tu compañera. Al explicarlo a otra persona te darás cuenta de que a lo mejor quieres reorganizar las actividades de hoy.
Responsabilízate a lo social
Haberse comprometido ante a una persona especial también tiene sus méritos. Por la tarde te preguntará cómo te ha ido y qué has podido cumplir de lo que tenías previsto. Si quieres llevarlo un poco más allá, puedes incluir una recompensa o una penalización (dependiendo de lo que te motive más). De esta forma aprenderás rápidamente a proponerte metas realistas y de cumplir con tus planes. Si lo consigues a nivel diario, te será más fácil hacer planificaciones semanales, mensuales o trimestrales.
Mi solución personal: la pareja y la pared
Yo trabajo desde casa, mi pareja en su despacho. Antes de salir por la puerta por las mañanas me pregunta qué tengo previsto para el día de hoy. Esta revisión mañanera de lo que tenía planificado me ayuda a concentrarme en lo que tengo pendiente, evitando las distracciones de las redes sociales o la investigación aleatoria (alias, navegar por la web).
Combin0 esta recapitulación por la mañana con una tarea escrita en la pared de la sala. Detrás de mi mesa hay una pizarra enorme dónde anoto las tres tareas principales y algunas tareas más pequeñas. Cada vez que he cumplido con una tarea, la marco en la pared, a la vista para mi y para mi pareja cuando vuelva.
¿Qué harás hoy?