Un día un camión se instala en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid para realizar ecografías gratis que detectan una enfermedad «silenciosa». Piensas que qué bien, cómo se preocupan por nosotros entre unos y otros. Sólo a los malpensados se les ocurriría ver en ello algo perverso. Pero lo cierto es que podría tratarse de un episodio más de lo que se llama disesase mongering o tráfico de enfermedades.
En el citado camión reza un lema: Here for you -estamos para tí-. En su interior profesionales sanitarios de centros hospitalarios locales le harán pruebas gratuitas e informarán del estado de su arteria aorta. Qué miedo.
Quien promociona todo esto es la compañía Medtronic, que lidera la campaña junto a la Sociedad Centro de Cirugía Vascular y la Sociedad Madrileña de Cirugía Vascular, para promover la detección precoz a nivel europeo de aneurismas de aorta abdominal.
Estas entidades la denominan la patología silenciosa que no muestra síntomas previos. Ello sería la excusa para ofrecer pruebas gratuitas de detección.
La mayoría de las personas que tienen un aneurisma aórtico abdominal no presentan ningún síntoma, mientras que estos crecen lentamente y pasan desapercibidos por ser indoloros, por lo que la ruptura se convierte en la complicación más relevante, pudiendo provocar la muerte, explica un médico de Medtronic.
En el camión realizan a la población masculina mayor de 55 años y fumadora y a la no fumadora de más de 60 años, una ecografía como parte de este «programa de prevención».
La definen como una prueba muy sencilla, indolora y rápida. Y bueno, todo esto es lo que dice la empresa pero ¿qué dice la ciencia? Pues básicamente que los de Medtronic y compañía no están haciendo bien las cosas.
El Grupo de trabajo de servicios preventivos de Estados Unidos (EE.UU.) -USPSTF por sus siglas en inglés- tiene una Declaración de recomendaciones para el aneurisma aórtico abdominal (AAA).
Recomienda el cribado ecográfico abdominal de aneurisma de aorta SÓLO una vez en la vida en varones, ex-fumadores o que no fuman, 65-75 años.
Y reniega de las pruebas de detección de rutina a todos los hombres, apuesta porque estas sean selectivas. Explica además los potenciales daños del tratamiento del AAA. Reconoce que el grado de sobrediagnóstico y sobretratamiento es difícil de estimar.
Todo ello es lo que se favorece con lo del camión, que haya más intervenciones quirúrgicas, tratamiento de la AAA, y por tanto más daños.