Lo que pasa es que eso de que 'las cosas no son fáciles' tiene múltiples matices e interpretaciones, según del color del cristal con que se mire, que decía Campoamor.
Evidentemente no son fáciles para las clases medias y bajas que basan su inestable existencia en algo tan "vulgar" como un trabajo fijo con su correspondiente y decente sueldo. Sin embargo, sí son fáciles para la élite política, que no ve peligrar su sueldo, ni su pensión, ni su futuro, a menos que una revolución social los manda a todos definitivamente al limbo, que por cierto ya es su residencia habitual.[ Leer más... ]
