Vida diaria en Cité du soleil. Foto: Ricardo García Vilanova
¿Evacuaciones? ¿Hacia dónde? ¿Hacía las tiendas de plástico que han montado donde miles de haitianos están refugiados? ¿Hacía la frontera con República Dominicana? Después de diez meses Haití sigue siendo un desastre. La cooperación internacional se ha visto desbordada y no ha sabido- o no ha querido- canalizar toda la ayuda destinada. No es posible que después de once meses tras el terremoto los haitianos sigan malviviendo en tiendas de lona- en el mejor de los casos- rodeaos de barro e inmundicias. Luego nos llevamos a las manos a la cabeza cuando aparece el cólera. Lo raro es que aún haya haitianos con vida… Muchas veces me pregunto para qué tanto cooperante, para qué tanta ayuda internacional, para qué tantas conferencias de donantes; si al final nada revierte en la población civil porque siguen muriendo a espuertas ante la mirada impasible de los países desarrollados que se dan fuertes apretones de manos por el trabajo bien hecho…
Haití aún continúa en reconstrucción- ¿alguna vez han dejado de estar en esa etapa? El caso es que se cree que más de un millón de personas deberán ser evacuadas de los campamentos de desplazados difuminados por toda la geografía haitiana hacia lugares más seguros para que los daños provocados por el huracán sean lo menos cuantiosos posibles y no se cobre apenas vidas humanas. Protección Civil de Haití ha decretado el estado de “vigilancia roja” ante la llegada de Tomas que se ha cobrado la vida de 12 personas en Santa Lucía.
El Gobierno ha pedido “redoblar sus esfuerzos” a la población para afrontar esta nueva catástrofe que se ciñe sobre Haití. ¿Más esfuerzos? Debe ser que le parece poco lo que están aguantando. Mientras, los gobernantes se ponen a salvo en sus casas construidas con hormigón, ladrillos… y el pueblo se esconde tras bolsas de plástico. ¡Curioso esfuerzo!
Pero por si esto fuera poco Naciones Unidas ha advertido que la devastación que puede dejar Tomas a su paso por la isla puede agravar aún más la epidemia de cólera que se ha cobrado cerca de 330 vidas y ha afectado a 5.000 haitianos. "Incluso en el caso de que Tomas sólo peine Haití, exacerbaría la epidemia (de cólera), y facilitaría el contagio de la enfermedad en la capital (Puerto Príncipe), donde un tercio de la población sigue viviendo en campamentos", señaló en rueda de prensa el portavoz de la Organización Mundial de la Migración, Jean Philippe Chauzy.
Una patrulla de cascos azules se pasea por Cité du soleil. Foto: Ricardo García Vilanova
La Cruz Roja Haitiana ha activado sus propias estructuras de gestión de riesgo y desastres locales y regionales, mientras agentes humanitarios realizan un inventario de alimentos y agua para satisfacer las necesidades.
Desde Estados Unidos se informó de que el buque anfibio de asalto USS Iwo Jima se dirige hacia Haití para proveer ayuda inmediata a los haitianos si la tormenta tropical llega a este país convertida en huracán a finales de semana como se prevé. "Hay muchos campos que corren el riesgo de deslizamiento de tierras. Para esos campos la acción más prudente sería la evacuación inmediata", aseveró el portavoz de la OIM.