Un año más la cena de Navidad con el trabajo se convierte en un dilema por el dichoso "¿qué me pongo?".
Lo cierto es que no hay nada como dejar en el armario tu cotidiano working look para ofrecer una nueva imagen a todos tus compañeros mucho más desenfadada y atrevida. Aunque, eso sí, jamás debemos ofrecer un cambio camaleónico, pues es importante mantener siempre nuestra esencia y eso sólo se consigue con un poquito de criterio y de sentido común a la hora de escoger lo qué te vas a poner para esa noche.
Aquí os dejo mi propuesta
Como vereis se trata de algo muy dsicreto pero con toques fiesteros tan glamourosos como las plumas o los brillantes.
También se podría elegir un total black look, aunque siempre es bueno romper un poco, en especial de fiesta y optar por la combinación de colores.
En este caso el dorado y el negro es una apuesta segura.