Revista Cultura y Ocio

Que me quieras. Merritt Tierce

Por Mientrasleo @MientrasleoS
Que me quieras. Merritt Tierce
     "Los conocí en el caterin por el nuevo Grupo de Cirugía Mínimamente Invasiva de la Columna y el Cuello que los cuatro acababan de fundar. Cornelius era el que me gustaba y el único al que no me tiré, aunque fue el único que me pidió una cita."
     Tenía muchísimas ganas de tener este libro. Desde el primer momento, desde el primer día, me atrajo. Hoy traigo a mi estantería virtual, Que me quieras.
     Conocemos a Marie, Camarera. Así, con mayúsculas. Y este libro nos cuenta la vida de Marie.
     Dicho así parece algo carente de sentido, cuando es justamente lo contrario. En una vida cualquiera, un paso en falso puede cambiar el rumbo del futuro. Marie se queda embarazada siendo adolescente, ella era un cerebrito y se había saltado un curso, así que su embarazo se produce siendo menor. Busca trabajo, avanza con su vida y, contra todo pronóstico en los argumentos de libros que pasan por modernos, se casa con el padre de su hija. La brillante estudiante de Texas que miraba hacia Yale, comienza su historia con 21 años, camarera y la dudosa virtud de soportar a hombres terribles. Y así comienza mirando atrás para relatarnos una vida vacía, que no es capaz de llenar con sexo, cocaína o dolor físico provocado por lesiones. De la ilusión de un juguete roto a una cáscara hueca que solo se ve plena al hablar de su hija, y de su trabajo como camarera.
     Cuando uno se enfrenta a una historia como esta, es fácil temer los tópicos habituales. A saber: o será una protagonista desgraciada que ha sufrido todas las vejaciones que se le ocurra al escritor, o estaremos ante una mujer coraje, perfecta para el papel de Julia Roberts. Pero no en este caso, Merritt Tierce ha optado por un camino más amplio y realista, el de la vida misma. Y deja que sea ella quien vaya desmadejando su historia como si fueran páginas de un álbum de fotos en el que vemos cómo han sido los días de esta mujer. Una mujer que no sufre abusos más que de sí misma, y que me hizo sentir auténtico terror ante determinadas situaciones que se provocaba. Y como contrapunto, la normalidad del trabajo, los compañeros (que podían o no ser de cama también), limpiar mesas, recoger vasos, mano en el muslo, cliente habitual, zona de ensaladas, saltarse pasos para cometer errores, no saltarse ningún paso mientras se cometen errores... en una larga sucesión de una vida rota y una protagonista que no se lamenta. Pareciera anestesiada. Hasta que dice que busca que un dolor tape a otro, y entonces asoma todo lo que ha empujado a esta novela a convertirse en una de mis lecturas favoritas del año, ¡y lo digo ya en febrero!
     Tierce escribe una novela brillante y desgarradora, con un estilo impecable, perfectamente fragmentado para que el lector, al igual que su protagonista, oscile entre una conciencia feroz y una vida igualmente feroz. No puedo hacer más que recomendaros su lectura.
     A veces, y cada vez más, me sorprenden las primeras veces, las primeras novelas. Y vosotros, ¿os aventuráis con nombres nuevos o preferías leer sobre seguro?
     Gracias.

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