Mucho se habla de los techos de cristal a los que nos
enfrentamos las mujeres, pero el impulso para seguir siempre adelante tiene que
estar dentro de nosotras, para luchar y derribar techos y barreras, y
enfrentarnos hasta a las situaciones que más incómodas nos ponen: una charla en
público, una importante entrevista de trabajo, una negociación en la que tienes
muy claro lo que quieres conseguir...
El próximo 8 de marzo se celebra el Día de la Mujer
Trabajadora, un día perfecto para recordar a todas las mujeres a las que nada
les ha frenado para conseguir sus objetivos y convertirse en un símbolo para
todas las mujeres. Mujeres valientes y sin complejos que no han tenido miedo de
llegar a lo más alto en todo tipo de trabajos o actividades. Ya seas cantante como
Edith Piaf, Artista como Frida Kahlo o científica como Marie Curie, debes creer
en tu trabajo, en tu talento y en que tú misma marcas el camino.
La celebración de este día tiene su origen en las calles de
Nueva York, cuando un grupo de obreras de la industria textil decidieron
echarse a la calle para protestar por las duras condiciones de trabajo que
venían soportando. Era el 8 de marzo de 1857.
Pero no fue hasta la Segunda Conferencia Internacional de
Mujeres Trabajadoras celebrada en 1910 en Copenhage cuando decidieron aprobar
en asamblea el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora. En
1975 la ONU oficializó este día. Desde aquel entonces este día se ha convertido
en un fenómeno global y un día para la celebración.
Todas estas mujeres son un ejemplo para nosotras y para no
ponernos techos ni barreras para seguir siempre adelante. ¡Atrévete con todo!