- ¿Qué opina su eminencia de los burdeles del Este de Manhattan?
La respuesta del prelado da lugar a un indeseado titular en los periódicos del día siguiente. Toda una lección de periodismo.
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El Arzobispo de Canterbury, que como todo el mundo sabe es la primera autoridad de la Iglesia Anglicana, realizó en cierta ocasión un viaje a Nueva York.
Antes de ir, algún bienintencionado asesor le previno acerca de los periodistas estadounidenses y sobre su particular intencionalidad a la hora formular preguntas y su costumbre de tergiversar las respuestas.
Una vez en Nueva York el prelado se enfrentó a una rueda de prensa y fue preguntado en los siguientes términos:
- ¿Qué opina su eminencia de los burdeles del Este de Manhattan?Se ve que el Arzobispo no tomó muy en cuenta la recomendación que le formularan antes de salir y, un tanto desconcertado, solo acertó a devolver como respuesta otra pregunta:
- ¿Hay burdeles en los barrios del Este de Manhattan?Al día siguiente, en un alarde de maestría periodistica, algunos periódicos titulaban en portada:
Primera pregunta del Arzobispo de Canterbury a su llegada a Nueva York: ¿Hay burdeles en los barrios del Este de Manhattan?Fin de la lección.
Como ven, el actual periodismo sensacionalista tiene buenos modelos en los que inspirarse.
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La anécdota la cuenta Luis Carandell, en su "El show de sus señorías". Ed. Lunwerg, Madrid 1986.
Y cuenta que esta anécdota le viene a la memoria "cada vez que los diputados, en las conversaciones de pasillo, se quejan por la forma en que los periodistas que hacen la información parlamentaria recogen sus actuaciones en la Cámara".
La imagen está sacada de "El trabajo con las fuentes periodísticas".