Hoy sólo una imagen, extrapolable a cualquier administración, también municipal y central y no sólo a la demonizadas administraciones autonómicas. También es extrapolable a cualquier gran empresa que se precie, donde van a parar muchos inútiles, con el argumento de que así su presencia y mal hacer se diluye en la masa. Y a la hora de recortar, mejor contra alguien que no proteste y/o débil sin amigos o parientes poderosos y con mala uva. Entre ellos no hay paro, pero sus estrategias son como las de Abdeslam Laarusi, imán responsable de la mezquita de Terrassa, que alecciona a sus fieles cada viernes y les anima a maltratar a sus esposas sin dejar huellas. Pura casualidad que el sermón coincida en día con los consejos de ministros. Que parezca un accidente.