Teniendo en cuenta que en la mayoría de las ocasiones son mucho mejores que las personas, deberíamos tomarnos esta comparación como un halago. Porque es muy bonito pensar que todos tenemos algo de perrete dentro. Unas ganas de jugar sin pensar en nada, de sacar el morro por la ventanilla del coche y sentir la gozada del aire en la cara o arrecucarnos en un sofá durante un buen rato sin tener que estar mirando Internet. Peeeeeeeeeeero somos imbéciles y no lo hacemos.
Ellos suelen sacar nuestro lado más amable, nos ponen una sonrisa en la boca, hacen que interactuemos con extraños y, a veces, ¡¡¡hasta ligamos por su culpa!!! Si no te digo yo que son fantásticos. Pero ¿qué pasa? Pues que como en todo, hay clases: raza o chucho. O pagas, o adoptas. De hecho, muchas veces los dueños de animales de raza no piden dinero por los cachorritos. Así que ¿teniendo la posibilidad de tener un estupendo animal que te alegrará la vida de gratis, para qué pagar? ¡Adopta, chiquillo, que hay mucho perrete deseando moverte la cola!
O, al menos, eso es lo que servidora ha entendido en este vídeo de A2Fpictures. Que, por cierto, si no hubieran dicho al principio del todo de lo que se trata y hubieran dejado al humano con la intriga ¡habría sido mucho mejor! ¿No crees? ¡GUAU!
Vía: Brainstorming9
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure