Ya lo explicamos hace unas semanas. Escasas lluvias y tardías, los fríos, los destrozos de la recogida descontrolada,… auguraban una temporada corta para el níscalo en la Sierra Norte.
A los problemas anteriores, unimos que tras las lluvias de noviembre, la hierba está muy alta y hace difícil ver los níscalos; entre la pinaza es tarea casi imposible. En estas sierras, a pesar de ello y de lo tardío de las fechas, se están cogiendo ejemplares suficientes para una degustación.
Y si el frío no aprieta en exceso, habrá níscalos hasta el 15 de diciembre. Así que ya sabes, vente a casa y aprovecha la oportunidad. Pero cuida el monte; no por ti, sino por tus descendientes.
Lar-ami
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