Uno de los titulares de actualidad más llamativo de la semana pasada fue: El español medio no es capaz de entender el recibo de la luz.
Esta era una de las conclusiones del Programa Internacional para la Evaluación de la Competencia de los adultos (PIAAC), evalúa el rendimiento lector y matemático de los adultos, y en él han participado 157.000 personas de 23 países y de entre 16 a 65 años, entre ellas 6.055 españoles.
Lo cierto es que en la factura aparecen varios conceptos diferentes a los que se les aplican unas tarifas también diferentes que, como se ha visto, conducen a la confusión del consumidor. Para ayudar a la comprensión del recibo de la luz hemos desglosado una factura tipo:
1. Resumen de la factura:
- La fecha de emisión de la factura.
- El período de tiempo que nos están facturando.
- El número de factura (es importante para hacer alguna pregunta o reclamación sobre esta factura ).
- Un número de referencia.
- “La dolorosa”: El importe total que debemos pagar.
2. Datos de cliente:
- Los datos personales del cliente: Nombre del titular, D.N.I. y domicilio
- La actividad económica: este número indica el tipo de instalación eléctrica que tenemos, si es de una vivienda, un comercio, una fábrica o cualquier otra actividad.
- La potencia contratada: La potencia es la rapidez con la que se consume la energía. Es la parte fija de la factura y el mínimo a cobrar por parte de la eléctrica. Se multiplican los kilowatios contratados por los días y por el precio. Para los hogares españoles, las potencias contratadas más frecuentes se encuentran entre 3,3 y 5,5 kW. De este valor depende el número de electrodomésticos o aparatos electrónicos que podremos tener enchufados a la vez sin que “salten los plomos”. Cuando esto pasa, el Interruptor de Control de Potencia (ICP) se apaga cortando el paso de corriente en la casa.
- La tarifa: Tipos de tarifa que tenemos contratada.
- El número de contador: Identificación del contador eléctrico que registra la energía eléctrica que consumimos en kilovatio-hora (kWh).
3. Consumo:
Para saber cuánto se ha consumido se resta a la lectura actual del contador, la lectura anterior, de la última factura emitida (lecturas reales). En ocasiones el personal de la compañía eléctrica no tiene acceso a ese dato así que se supone un consumo similar al del año anterior del mismo período de tiempo (lectura estimada), que en muchas ocasiones ni se parece a la cantidad real consumida. El consumo de energía eléctrica se mide en kWh. (kilowatios-hora).
4. Historial de consumo:
Gráfico que muestra el consumo de los meses anteriores. Además aparecen informaciones importantes como son un posible cambio en las tarifas, o la aparición alguna normativa nueva sobre electricidad. También aparece el coste medio diario de la energía en el período de facturación.
5. Datos de pago:
Número de cuenta bancaria en la que cargarán el recibo.
6. Servicio de atención al cliente:
Números de teléfonos a los que podemos llamar, o página web que podemos visitar, para consultar dudas sobre nuestra factura o para avisar de una avería.
Y por último, lo más importante:
7. Facturación:
Este apartado muestra el importe total de la factura, compuesta de varios conceptos.
a) Potencia contratada. Es un importe fijo, que la compañía cobra por tener contratado el servicio, por utilizar sus redes eléctricas y permitir que la luz llegue hasta el hogar. Este importe se abona siempre, aunque no se haya realizado consumo, y depende de la potencia que tengamos contratada y de la valoración que se le da a cada Kilovatio (kW) contratado. El valor del kW/día viene fijado por la normativa estatal y este valor se multiplica por la potencia y el número de días de facturación. Tengamos la casa deshabitada o no, este gasto lo vamos a tener siempre.
b) Consumo eléctrico. Esto sí que se corresponde con lo que hemos gastado de energía. Para calcular este coste se multiplica el consumo realizado por la cantidad a la que cobra la compañía el kW. Este valor está regulado por Real Decreto, y el recibo también indica el número y fecha del BOE en que se fijó la cuantía de dicho concepto.
c) Impuesto especial sobre la electricidad. Sobre la suma de estos dos conceptos se fija un impuesto de los denominados especiales. Se aplica un 4,864% a lo que se paga por el consumo y la potencia facturados.
d) Coste por el alquiler del equipo. Es lo que nos cuesta tener el contador y el ICP puesto que en la mayoría de los casos pertenecen a la compañía y nosotros le pagamos un alquiler por su uso. Se calcula multiplicando el número de días del período de facturación por el precio del alquiler mensual del contador
e) IVA. A todas estas cantidades (coste fijo del servicio, facturación por potencia, impuesto especial sobre la electricidad y alquiler del equipo de medida) hay que sumarles un 21% de IVA.
f) Importe total: Es la suma de todos los conceptos anteriormente expuestos y lo que finalmente pagamos a la compañía.
Esperamos que ahora os resulte más sencillo entender la factura. Aunque, como circula por la redes sociales en referencia a la noticia con la que abríamos el post: “Según la OCDE los españoles tenemos dificultad para comprender el recibo de la luz…. normal, a ver quién comprende semejante abuso.”