Revista Deportes

Que salga también Belen Esteban

Por Antoniodiaz

No me gusta mucho que un periódico deportivo informe sobre toros, pues no tienen nada que ver con los motores de Alonso, los obúses de Cristiano o los salto de hípica. Aunque en este mundo de antipáticos, chulos y señoritos a caballos también vamos bien servidos.

Pero al César, lo que es del César, menuda sorpresa me he llevado al leer la siguiente crónica en el Marca, mucho más exacta y más crítica que cualquiera que los que podemos leer en los panfletos taurinos. Lo que cambián los tiempos, la información taurina de rigor, en el Marca. Enhorabuena a quién le toque.

QUE SALGA TAMBIÉN BELEN ESTEBAN

Carlos Ilian, Marca.com

Los antitaurinos tendrían motivos para alegar contra la fiesta de los toros mucho más serios y convincentes si acusaran de espectáculo ilegal a lo que vimos en Valencia.

Además del saldo ganadero y de haberse devuelto un toro antirreglamentariamente por manso, aquello fue una pantomima en la que se devaluó el toreo de la mano de los llamados toreros mediáticos, especialmente de Jesulín que en su vuelta a los ruedos parece mucho más un veterano que viene a rebañar un dinero póstumo que un torero cabal.

Tiró líneas de forma descarada, se alivió sin pudor y quiso hacer el truco del almendruco ante dos inválidos. Para salir con este género que lo haga acompañado de su ex Belén Esteban y su santa actual la Campanario. Al menos el circo será más atractivo.

El Fandi, que es un ídolo aquí, cumplió a cabalidad con su papel de derrrochar sus portentosas facultades físicas en banderillas y de hacer luego un toreo trapacero aunque en algún arrebato ligue uno que otro muletazo digno.

Con la espada es un cañón para las puñaladas y cortó una oreja a cada toro en un ambiente triunfalista. Al menos El Fandi hizo lo suyo con honestidad, aunque se echa de menos el buen muletero que en sus principios dejó un buen sabor de boca, antes de dedicarse exclusivamente al número de las banderillas, que por otra parte le están haciendo rico.

El Cordobés fue ayer una sombra. Dos simulacros de faena en ambos toros y la sensación de que este muchacho no puede andar en las grandes ferias. Pero ahí lo tienen, quitándole el sitio a otros chicos a los que el taurinismo les niega injustamente las ocasiones que le dan a gente como Manuel Díaz.


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