Dice el refrán que "a quien padre parece, honra merece". En el mundo del baloncesto se han sucedido gran cantidad de padres e hijos que han brillado a mayor o menor nivel. Una veces el mejor ha sido el hijo, como en el caso de Kobe Bryant, y otras el padre, como Patrick Ewing, Dolph Schayes o Rick Barry, entre otros.
Esta semana ha dado comienzo la temporada de la NCAA y ojeando los resultados de estas primeras jornadas destacamos el debut en la competición de los hijos de dos ilustres. Por un lado, Tim Hardawy Jr, hijo del mítico base de Golden State Warriors y Miami Heat, entre otros, freshman en los Wolverines de Michigan. En su primer partido oficial, el hijo del cinco veces All-Star firmó unos números de 19 puntos, 3 rebotes y 6-12 en tiros (3 de 8 en triples), aunque no dió ninguna asistencia, algo en lo que ya difiere de su padre. Eso sí, el partido fue frente a una flojísima Universidad de South Carolina Upstade. Aunque el joven Tim no estaba entre los mejores recruits de la temporada (ESPN lo colocaba como número 93), es un escolta bien considerado por su capacidad de anotación y por su envergadura se espera que se convierta en un gran defensor. Hardaway eligió el programa de Michigan (que el año pasado se quedó fuera del Torneo Final) ante programas más potentes como Kansas State o los Golden Gophers de Minnessota.
Precisamente en la Universidad entrenada por el mítico "Tubby" Smith (campeón con Kentucky en 1998) juega el hijo de otro enorme jugador, Ralph Sampson III. Es obvio que por su nombre es hijo de Ralph Sampson, la otra mítad de las míticas torres gemelas de Houston a mediados de los 80 junto a Akeem Olajuwon. El vástago del que fuera número 1 del Draft en 1983 y 4 veces All-Star y que paseó sus demacradas rodillas por algunas canchas ACB jugando en Málaga, es un 2'11 de 126 kg, algo que ya tiene ganado respecto a su padre, ya que es mucho más poderoso físicamente (mucho más lento también). El "pequeño" Ralph promedió 6'3 puntos, 4 rebotes y 1'7 tapones en su temporada Freshman, mientras que en su año Sophomore, con su equipo jugando la final de la Big Ten, perdida frente a la Ohio State de Evan Turner, y el Torneo Final, firmó unos esperanzadores 8'2 puntos y 5'8 rebotes. Esta temporada debutó con 20 puntos, 13 rebotes, 3 tapones y 7 de 14 en tiros ante Wofford. Eso sí, tanto Sampson como Hardawy se encuadran en una de las Conferencias más duras de este año, con auténticos "cocos" como Michigan St, Ohio St, Illinois o Purdue. Siendo Junior y con un maestro como su padre, esperemos verle progresar y quién sabe si verle jugar en NBA.
Otro hijo de una leyenda que debutó esta semana con su equipo fue David Stockton, hijo del gran John, que además lo hizo en la que fue Universidad de su padre, Gonzaga. El chaval ya ha jugado dos partidos con números decentes para actuar en una Universidad llamada a estar entre 15 mejores del país, aunque haya sido con rivales inferiores, y firma promedios de 6'5 puntos y 2 asistencias en unos 11 minutos de media. Un base de su físico (está por debajo del 1'80 y muy delgado) sólo puede crecer con confianza y minutos a lo largo de los cuatro años que dura el ciclo universitario. Llegar al nivel de su padre es imposible, pero al menos continúa la línea de deportistas en su familia y en Gonzaga. Además de su padre, su madre fue jugadora de voleybol y su bisabuelo, Houston Stockton, llegó a ser All-American como jugador de fútbol americano en los años 20. Tiene otros dos hermanos, Houston, que juega también al fútbol americano en Montana, y Michael, que juega al baloncesto en la Westminster Academy, equipo de la NAIA.
Otro hijo de un enorme jugador NBA es Luke Sikma, el hijo de Jack Sikma, siete veces All-Star y talentoso pívot de Sonics y Bucks, que juega en la Unversidad de Portland, equipo mucho menos potente que los anteriores. Aunque el chaval ya está en su año senior y es probable que su futuro ande a caballo entre NBDL, ligas menores europeas y alguna intentona en Ligas de Verano, en este inicio de temporada ha mejorado sus numeros a unos decentes 11'3 puntos, 13 rebotes, 2'3 asistencias con un 58% en TC. Es un excelente reboteador a pesar de estar en 2'03, pero obviamente no ha heredado la mano de su padre. Ha firmado ya dos dobles-dobles, con un genial partido ante Florida Atlantic con 15 puntos, 19 rebotes y 5 asistencias, aunque el hecho de que juegue en un equipo de una Conferencia Minor (West Coast), donde domina ya un gran equipo como Gonzaga y, salvo sorpresa, el único equipo que podría entrar en el Torneo Final sería St. Mary's, le resta posibilidades de que le veamos en Marzo.
Por último, Marcus Jordan, hijo de un tal Michael Jordan, ha tenido un gran inicio de temporada en Central Florida después de que fuera incluído entre los 60 mejores recruits de 2008 y miembro del mejor equipo Freshman de la USA Conference. Escolta igual que su padre, aunque algo más bajo (1'89), debutó esta temporada con 28 puntos y 5 de 7 en triples ante West Florida en 19 minutos. Aunque tuvo una buen temporada de novato con 8 puntos, 3'1 rebotes y 2'5 asistencias, no pudimos verle en el Torneo Final de la NCAA (tampoco lo veremos este año), ser incluído en el mejor quinteto de novatos de una conferencia donde hay equipos con reclutamientos muy importantes como Memphis, UTEP o Houston, tiene bastante mérito. Su hermano Jeffrey, que jugó dos años en Illinois, ha pedido el transfer para jugar junto a él en Central Florida, por lo que le veremos de nuevo el próximo año.
Seguro que habrá muchos más hijos de antiguos jugadores en NCAA este año (como el hijo de Abromaitis, en Notre Dame), pero estos me han sorprendido por su rendimiento o por su historia. Les seguiremos la pista.