Los bebés son conocidos por su placido sueño. Cuando eres padre, una de las primeras cosas que haces, es pasar las “horas” muertas mirando como tu bebé duerme tranquilamente. Se dice que el ver a un bebé dormir, trasfiere tranquilidad y hasta que segrega endorfinas (productor de la felicidad) en los padres. De hecho, tenemos la suerte de que el niño en los primeros meses de vida, pasa una gran parte de su tiempo dormido. La pregunta que todo el mundo se hace, es clara. ¿Sueñan los bebés? y si es así, ¿Qué sueñan?
El sueño.
El sueño de los bebés llega a ser mucho más profundo que el de un adulto. Será con el tiempo, cuando nuestro cerebro, dejará de introducirse en sueños tan profundos. Pero, lo primero que nos llama la atención cuando le vemos dormidito. Son los cambios en sus gestos. Cuando le estamos mirando y derepente saca una sonrisa o frunce el ceño. Que significa, que está pensando, en que está soñando. Es lo mismo que observar un teatro justo antes de una actuación. Vemos el telón, y sabemos que algo está pasando detras de las cortinas. Pero, la duda nos asalta, ya que no tenemos muchas formas para saber que está
pasando.Todos los especialistas que han estudiado o realizado un estudio sobre el tema. Coinciden en una cosa. Los niños sueñan, y además mucho más y más profundo que lo hacemos los adultos. Para llegar a esto, se han basado, en diferentes pruebas.
La primera, es que se estima que el bebé pasa hasta un 50% del tiempo que pasan dormidos, en estado REM (rapid eye movement). Es el estado en el que se considerá que los humanos estamos soñando. Y si lo comparamos con los adultos, que tan solo pasamos un 25% del tiempo, está claro que los bebés pueden llegar a soñar el doble en el mismo rato que un adulto.
Otro de los estudios que se han realizado son sobre la actividad, que tiene el cerebro, durante ese rato. La cual, es claramente elevada. Lo que quiere decir es que el cerebro está trabajando. Algo que también puede explicarse por el volumen de información que tiene que organizar el cerebro del bebé durante el sueño. Está en una fase de aprendizaje constante y de una gran intensidad.
Aunque sepamos que los niños sueñan. Nos surge la siguiente pregunta. ¿En qué sueñan?. Hasta que el niño no tiene suficiente inteligencia del lenguaje, nos será imposible poder descifrar sus sueños. De momento, no existe ningún aparato que nos pueda revelar los sueños de los demás. Con lo que o lo cuenta la persona o siempre será una incognita. Aunque no han sido pocos los estudios que se han realizado sobre el tema. Veamos que puede ser.
Lo que sueña mi bebé.
Para descifrar sus sueños, debemos ponernos en la piel del bebé. Para empezar, sabemos que los niños son debidos a experiencias como decia Freud. De hay el analizarlos para conocernos. Aunque esa realidad la transformamos con nuestra imaginación. Aunque la imaginación, también se basa en experiencias. Por eso cada persona imagina de forma diferente. Además los sueños tienen un complejo sistema en el que interviene el lenguaje, con conversaciones, frases… entre los participantes del sueño.
Viendo esto, podemos afirmar, que los niños tendrán sueños genéricos, sin conversaciones. Sin una información concreta. Además, sabemos que los niños no tienen consciencia del miedo como los adultos. Puede que tengan miedo a la separación de los padres, aunque no es el mismo miedo que puede sentir un niño a el monstruo, o los adultos a montar en avión. El bebé en los primeros meses, no debe tener pesadillas como nosotros las conocemos. Serán reminiscencias, que pasan fugaces en su mente. Además, el sueño, no les sirve de aprendizaje nuevo o generador de ideas,(no es lo mismo que para fijar lo aprendido durante el día)Los sueños, se cree que son recuerdos minimamente retocados sobre las cosas que ha vivido en su escasa vida. Desde su mamá, papá haciendo un juego, la luz juguetona que vio por la mañana y le hacía gracia. Tal vez que come un delicioso manjar del pecho de la madre. Lo importante es que sabemos que por suerte los bebés suelen dormir bien agusto, hasta que les pueda aparecer los terrores nocturnos los cuales son un trastorno en el cambio de fase del sueño. O más adelante las temidas pesadillas que tanto mal hacen a los niños