Revista Cultura y Ocio
Mariano Rajoy, presidente del Partido Popular (PP) y según todas las encuestas más que probable presidente del Gobierno tras las elecciones del 20 de noviembre, ha vuelto a ejercer de “gallego” (en el buen sentido de la palabra, no en el expresado en su momento por Rosa Díez) para salirse por la tangente con vaguedades y no responder, en la cadena SER, a una pregunta directa sobre cuáles son sus intenciones con respecto al matrimonio entre personas del mismo sexo en caso de ganar las elecciones.
¿Mantiene usted el compromiso, si llega a ser presidente del Gobierno, de cambiar, modificar, sustituir, retirar… lo que sea… ley del aborto y ley del matrimonio homosexual, las dos?”, pregunta el periodista Carles Francino.
“Nosotros… Eh… Mi discrepancia en el tema del matrimonio homosexual, que lo hemos recurrido al Tribunal Constitucional, está en el nombre. Fundamentalmente en el nombre. Yo ya en el año 2004, cuando fui candidato a la Presidencia del Gobierno, presenté una ley que fundamentalmente era una ley que habíamos elaborado siendo yo vicepresidente del Gobierno, tomando y viendo la regulación que se había hecho en otros países, como Alemania y como Francia. Era una ley igual a la que luego planteó el Gobierno, salvo el tema del nombre. Yo incluso le planteé al Presidente del Gobierno, le dije… Oye, yo creo que esta ley, si se cambia solo el tema del nombre, va a ser aceptado por la inmensa mayoría de la gente, no nos va a generar polémicas, pero el Presidente del Gobierno no quiso, y yo creo que un dirigente político debe apostar siempre por unir y no por dividir, y no crear cosas que generen problemas, porque hay gente a la que no le gusta, otra a la que sí le gusta… Bueno, yo he recurrido ante el Tribunal Constitucional, yo no voy a presionar aquí al Tribunal Constitucional, y voy a esperar a ver que es lo que dice el Tribunal Constitucional”.
Las presiones del ala más radical del PP para poner fin al matrimonio entre las personas del mismo sexo deben ser muy duras, pero no alcanzamos a entender que Rajoy eluda con evasivas un asunto sobre el que debe tener una posición más definida. ¿Qué te hemos hecho, Mariano? Tú, que padeciste los reproches de tus compañeros por tu matrimonio tardío y el famoso “maricomplejines” de Jiménez Losantos, deberías ser más valiente.