Todos los niños pasan por la fase de Peppa Pig. La cerdita rosada mal esbozada se ha convertido en unos de los dibujos más vistos por todos los pequeños y en un fenómeno mundial que sólo se descubre hasta que se tiene hijos. Y además, sigue estando entre las series de animación más vistas desde hace años, sobre todo para los niños de infantil. Después de estudiar a fondo cientos de capítulos (a mi pesar) he de confesar que a este personaje se le coge cariño. Si no eres fan de Peppa Pig, lee hasta el final y dime si no te cae un poco mejor esta famosa cerdita.
Por qué les gusta a ellos:
– Por cómo están hechos: Cada capítulo dura poco, unos cuatro o cinco minutos, lo que hace que los niños mantengan muy bien la atención. Se usan colores vistosos que atraen más la atención y los dibujos de los personajes y los fondos son planos y simples, se quedan en lo básico (al estilo de Pocoyó). No es estética puntera, eso está claro, pero entre los niños funciona, y de eso se trata.
– Porque en cada capítulo ocurren cosas muy sencillas y cotidianas: se ponen enfermos, celebran cumpleaños, van a jugar al escondite, montan en bici o dan de comer a los patos. Cosas que los niños hacen en su día a día, que conectan con ellos y en las que se sienten identificados.
– Porque son capítulos divertidos y en los que hay giros en el argumento (esto es de agradecer por los padres también). Los niños pequeños no se aburren y no les da tiempo a perder el interés.
– Porque caen simpáticos. A los niños pequeños les hace mucha gracia George y a todos les cae bien Peppa, que tiene sus más y sus menos con sus compañeros de clase, pequeños momentos de celos hacia su hermano, es impulsiva y a veces le da por el ‘yo lo quiero’ y ‘yo más’, tan típicos de esa edad. Los niños se interesan por el resto de sus amigos, todos con apellidos de animales, y de paso los repasan.
– Porque incluye canciones, bromas repetidas y guiños que se repiten en la mayor parte de los capítulos y que sintonizan con el niño. Por ejemplo, el amor de George a los dinosaurios, su afición por pisar charcos, que terminen la mayor parte de los capítulos partidos de risa por el suelo, que el abuelo Pig suspire por echarse al mar…
Por qué nos gusta a los padres:
– Porque están tan mal dibujados sus personajes que la gran mayoría de los padres podemos imitar los trazos y esbozar a la Peppa en cualquier cuaderno, servilleta de bar o pizarra de rotuladores. Quedamos muy bien y dejamos al niño alucinado con nuestro arte. El secreto, por cierto, está en empezar a dibujar un secador de pelo y un cuerpo redondo. Los brazos y las piernas son nivel de primaria
– Porque ha puesto de moda el rosa para niños y niñas. Sí, también para niños, porque el rosa es un color más de la paleta y no tiene género. Son dibujos unisex, que gustan mucho a ambos sexos, y eso nos encanta.
– Porque los padres son muy imperfectos, no como los de otros dibujos animados. Sin ir más lejos, me refiero a los padres irritantes de Caillou, que nunca se desesperan y siempre tienen las palabras exactas para su hijo. Completamente falsos. El padre de Peppa, en cambio, es un poco tontorrón, vaguete, despistado y fantasma e incluso su hija pequeña le lanza alguna tiradilla sobre su barriga. También entre los padres hay algún que otro lanzamiento de puñales, pero siempre desde el cariño. Son divertidos y algo más normales, cosa que se agradece. Ya sólo faltaba que los dibujos animados nos dejen en mal lugar a los padres reales.
– Porque Peppa está incluida entre las diez series de dibujos más educativos. Si es algo divertido y además educativo, ¿qué más podemos pedir? Que no vean dibujos, sí, pero creo firmemente que un ver un poco no hace daño y que, en muchos momentos, viene muy bien. El informe del que saco esta conclusión se puede ver en este enlace y se justifica en que la serie promueve valores como la familia, la amistad, la generosidad. Yo añado que parte de su éxito educativo está en que son escenas cotidianas y que no hay apenas fantasía.
– Porque los niños podrían preferir dibujos peores. Ya he hablado más arriba de una serie de dibujos animados para la misma franja de edad, pero a quien de verdad es insoportable es Dora la Exploradora. Hay veces que mataría al mono Botas, no aguanto tanta repetición y tanta frasecilla en inglés. Si me dan a elegir entre Peppa y Dora, no me cabe la menor duda. La música de Peppa Pig es chula, reconozcámoslo, y las voces de los personajes son divertidas.
¿Triunfa Peppa en vuestra casa? ¿Añades alguna razón más a esta lista?