Quejarse es, según el diccionario, expresar con voz el dolor o pena que se siente, manifestar el resentimiento que se tiene de otra persona o manifestar disconformidad con algo o alguien.
Quejarse, sirve para desahogarse, para expresar disconformidad, y poco más.
Si queremos que alguien cambie de actitud, podemos reclamar ese cambio, advirtiendo que no nos gusta, y que preferiríamos otra forma de actuar.
Desde el Coaching se hacemos una distinción entre queja y reclamación.
Nos quejamos cuando no conseguimos lo que queremos, expresamos frustración. Esa queja a veces se expresa en público, nos hacemos víctimas de la situación o de las acciones de los demás.
Otras veces queda en nivel íntimo, seguimos siendo víctimas y además no somos capaces de expresarlo.
Alguien que se queja de su situación sin cambiar nada de lo que hace, es alguien que está perdiendo tiempo y energía en esa queja. Si quieres que las cosas cambien, actúa, ya sea para cambiar gobiernos o para mantenerlos, para cambiar tu futuro y para mejorarlo.
Si vamos a quejarnos, ante los demás o ante nosotros mismos, primero tendremos que saber qué queremos de esa queja, “para qué” expresamos algo que nos disgusta. Si es solo para decirlo y ya está, poco conseguiremos. Si queremos cambiar la conducta, la actitud de otros, tendremos que decir qué queremos y qué estamos dispuestos a hacer para cambiar la situación.
Reclamar, de manera asertiva y no violenta, para expresar nuestras emociones, para defender nuestros derechos y para expresar qué vamos a hacer y qué estamos haciendo ya.
No vale decir “es que no sabes lo difícil que es” “es que no puedo” es que es imposible”…
De Jennifer Pareja, jugadora de Waterlpolo internacional que ha sido nombrada mejor jugadora del mundo, dice su entrenador que basta con decirle que no puede hacer algo, para que se convierta en su prioridad. Es una actitud frente a las dificultades.
Otra sería darse por vencido sin presentar batalla.
Hace poco mi hijo vio en el colegio un vídeo llamado “El circo de las mariposas”. Es un vídeo que le dejó impresionado, especialmente por la aparición de un personaje, Will, interpretado por Nick Vujicic.
Tanto el personaje como el actor nacieron sin brazos ni piernas. Te invito a que busques en Internet más charlas e información sobre de esta persona, merece la pena.
El mensaje es claro, si quieres puedes, pero has de hacer algo más que quedarte en el sueño de lo que te gustaría. Para conseguir las cosas tienes que esforzarte, perseguirlas.
En el vídeo del que he hablado antes, dos personajes le dicen a Will:
“Eres el hombre maldito al que dios dio la espalda…”
Uno se lo dice de forma insultante, mientras lo presenta en un circo de “monstruos” (es decir, compuesto por personas que son distintos a la gran mayoría).
El segundo, se lo dice para que despierte, para después explicarle, con una frase, por qué es una persona hundida, por qué no ve futuro:
PORQUE SE LO HA CREÍDO.
Si crees que tus circunstancias son peores que las del personaje, y que las del actor que lo encarna, que es una persona real, puedes hacer dos cosas.
Una, darte por vencido y asumir que eres lo que crees, una persona derrotada y sin más futuro que esperar que los días pasen.
Otra, luchar por conseguir tus metas, sean cuales sean. Recuerda que cuanto más difícil sea la meta, mayor es la gloria para quien la alcanza.
Todo depende de qué decidas creer, si creerás lo que otros han dicho de ti, o lo que tu mismo te dices que puedes llegar a ser si te atreves.
Ahora decide si quieres seguir quejándote o hacer algo.Como siempre, estoy a tu disposición en www.gabinetesumar.com