Hay tantas recetas para preparar un Queque (denominación que se da en Gran Canaria al bizcocho como ya contábamos aquí) como familias hay. En cada casa ha ido transmitiéndose la receta en cuanto a proporciones de los ingredientes y forma de preparación con adaptaciones más o menos importantes. Y no digamos ya si hablamos de las variaciones en los añadidos o en la decoración, si le pones pasas, nueces o almendras dentro, si lo bañas con glasa, chocolate o azúcar glasé, si añades almíbar de limón, si pones fruta en el fondo y es un bizcocho invertido e incluso, aunque parezca mentira, lo que cambia el sabor simplemente por usar un molde diferente.El que hacía mi madre llevaba aceite de girasol y el resto de ingredientes eran más o menos los de esta receta, pero con el tiempo hemos sustituido el aceite de girasol por una mezcla de mantequilla y aceite de oliva de sabor suave como en este caso, o incluso una mezcla de mantequilla y nata que traeremos en otra ocasión y hemos introducido el batido con batidora y no a mano como se hacía antaño, lo que le da una consistencia totalmente diferente, parece mentira lo que puede cambiar una masa al batirse en batidora. Esto último, y que seamos más estrictos en pesos y cantidades, así como la calidad de los hornos de hoy que mantienen una temperatura estable y que puede medirse,(algo impensable en el horno de gas que tenía mi madre), es lo que hace que los bizcochos ahora siempre queden bien. Yo recuerdo que en mi casa nunca eran iguales, a veces subían más, otras veces menos, a veces la masa era más compacta, otras veces más ligera, en fin… pero tenían un sabor imposible de conseguir hoy, porque como ya hemos hablado en otras ocasiones el sabor de los recuerdos... no puede reproducirse.El que hacemos hoy tiene estos ingredientes:6 huevos tamaño L (5 XL)200 gr de mantequilla100 ml de aceite de oliva suave (o girasol)500 gr de harina esponja
300 gr de azúcar1 sobre y medio de levadura (Royal)2 yogures (sabor limón)Ralladura de limón1 pizca de salUna cucharadita de pasta de vainilla (opcional)
PreparaciónPrecalentamos el horno a 180 grados. Preparamos un molde de corona pincelándolo con mantequilla y espolvoreándole harina de la que sacudimos el exceso, o bien usando spray antiadherente. Separamos las claras de las yemas. Montamos las claras a punto de nieve y reservamos. Batimos el azúcar con la mantequilla y el aceite hasta que blanquee. Añadimos las yemas de huevo una a una sin dejar de batir. A continuación el yogur, la pasta de vainilla y la ralladura de limón. Finalmente, añadimos la harina tamizada junto a la levadura y la sal y las claras montadas a punto de nieve e integramos suavemente con movimientos envolventes. Pasamos la masa a nuestro molde, alisamos la superficie y llevamos al horno durante unos 45 minutos, calor arriba y abajo. No abrir el horno antes de media hora. Pasado ese tiempo podemos pinchar con una brocheta y, si sale limpio, querrá decir que ya está. Sacamos del horno y dejamos enfriar dentro del molde al menos unos 15 minutos. Finalmente desmoldamos y dejamos enfriar en una rejilla. Cuando esté frío se decora. En este caso les enseño uno decorado sólo con azúcar glas y unas flores de azúcar y otro con glasa de limón y flores de oblea que pueden encontrarse en cualquier supermercado. Esta es con toda seguridad la receta de repostería que más veces he podido hacer. Y sorprende la de cosas que pueden hacerse partiendo de esta masa o de una masa similar de bizcocho digamos "pesado" (para distinguirlo del bizcocho "ligero" tipo genovés o genovesa que se usa muy fino en capas para tartas que llevan relleno y que se diferencia de este básicamente en que el genovés no lleva grasa). Podremos ver en otras entradas las formas que puede adoptar.
Espero que les guste, ¡hasta la próxima!