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Queredme como soy – Crítica de “Identidad borrada” (2018)

Publicado el 22 abril 2019 por Manuzapata @vivazapatanet
Queredme como soy – Crítica de “Identidad borrada” (2018)

El rostro del australiano Joel Edgerton resultará familiar a más de uno, su nombre, no tanto. Venimos viéndolo aparecer como secundario con más o menos peso desde su irrupción en el panorama internacional de la mano de Animal kingdom. El soldado de La noche más oscura, el magnate antagonista de El gran Gatsby, el faraón Ramsés de Éxodo: dioses y reyes, el policía corrupto de Black mass o la parte masculina del matrimonio interracial de Loving llevan su firma. Su aclamado debut como director, El regalo, le propició el premio al mejor actor en Sitges en 2015. En Identidad borrada, su segundo trabajo a ambos lados de la cámara, además de demostrar su progreso como realizador vuelve a reservarse un papel oscuro pero determinante en el desarrollo de esta trama basada en una historia real.

Queredme como soy – Crítica de “Identidad borrada” (2018)

A veces imagino que soy Job, que Dios y el diablo tienen una apuesta conmigo y que un día Dios me dejará ver el experimento que hacía para probarme. El autor de estas palabras es Jared, hijo de un predicador de Arkansas, que, marcado por la religiosidad que vive en casa, desarrolla un sentimiento de culpa ante el descubrimiento de su atracción por otros hombres. Sus progenitores, incapaces de encajar un hecho que pone en entredicho sus principios, deciden internarlo en un centro donde se desarrolla una supuesta terapia de conversión que trata la homosexualidad como si de una enfermedad se tratase.

Queredme como soy – Crítica de “Identidad borrada” (2018)

El Edgerton realizador e intérprete se ha encargado también de transformar las memorias de Garrard Conley en un guión con una estructura sencilla que se centra en el internamiento de Jared, alter ego de Conley, con diversos flashbacks que dibujan la personalidad de un joven desorientado ante el choque entre la identidad que va aflorando y las directrices de un núcleo familiar férreo en lo que a lo religioso se refiere. Un texto que se va transformando del típico relato de supervivencia, característico del cine de campos de concentración, en un íntimo y valiente alegato acerca de la búsqueda del yo interior y del momento de mirar a los ojos y hablar claro con tus padres una vez alcanzada la mayoría de edad y con el convencimiento de quién eres realmente.

Queredme como soy – Crítica de “Identidad borrada” (2018)

La causa directa de que este trabajo crezca y se convierta en la gran película que es tiene que ver, además de con el trabajo de un Lucas Hedges soberbio, con el desempeño de la pareja Nicole Kidman-Russell Crowe en los minutos finales. Sus duelos interpretativos con Hedges rezuman verdad, intimidad y sensibilidad por un lado y por el otro una honestidad brutal que pone la carne de gallina. La manera en la que el novato sostiene la mirada y da la réplica a un veterano como Crowe, conforma el cierre perfecto para uno de los más certeros y sinceros tratados acerca de las relaciones y el amor paterno y materno filial que denuncia unas prácticas que todavía siguen vigentes más cerca de lo que podríamos pensar.

Queredme como soy – Crítica de “Identidad borrada” (2018)

Copyright del artículo © Manu Zapata Flamarique. Reservados todos los derechos

Copyright imágenes  © Focus Features, Perfect World Pictures, Anonymous Content. Cortesía de Universal Pictures International (UPI) España. Reservados todos los derechos.

Identidad borrada

Dirección: Joel Edgerton

Guion: Joel Edgerton basado en el libro autobiográfico Boy erased: A memoir de Garrard Conley

Intérpretes: Lucas Hedges, Nicole Kidman, Russell Crowe

Música: Danny Bensi, Saunder Jurriaans

Fotografía: Eduard Grau

Duración: 115 min.

Australia, Estados Unidos, 2018

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