Hace más de un mes os dije que volvía para quedarme, que me veríais mucho el pelo… y llevo dos semanas sin bloguear (ni leer, ni nada). Ante todo, un gran lo siento, devoradores. Pero desde que acabaron los exámenes servidora se puso a buscar trabajo como una loca (que no veáis como han subido los precios de la matrícula de la universidad, leches ಠ_ಠ) y hace un par de semanitas la suerte quiso sonreírme: ¡tengo trabajo! No es el trabajo de mi vida, pero desde luego estoy agradecida de haber encontrado algo, que tal y como está la cosa hoy en día…
A lo que iba: está claro que me puedo olvidar de las vacaciones en lo que queda de año (más aun trabajando los sábados u_u’), y también que no voy a poder bloguear ni leer tanto como me gustaría. Dadme una semanita más para acabar con unos líos que tengo entre manos y amoldarme al trabajo, y os prometo que entonces intentaré que el blog tengo algo más de vida (me da taaaaanta pena tenerlo abandonado ಥ﹏ಥ).