Querido energúmeno:

La carta que una mamá anónima colgó en su Facebook se ha convertido en el enésimo viral de la temporada. El post destinado, a su vez,  a otra persona desconocida comienza con “Querida chica del bañador verde” y ya ha superado los 100.000 compartidos.

En realidad, no es más que una sarta de consejos acerca de la autoaceptación destinada a una insegura adolescente. En bañador verde. La seguridad en la playa es algo difícil de lograr cuando tanta piel asoma. En público.

En esta oda al amor propio la autora explica que, con los años, una se vuelve más sabia, más desapasionada. No sabe si su yo de los 16 le perdonaría esta afirmación. O si su sobrina de 24 lo hará ahora mismo pero se congratula de no ser la Drama Queen de antaño.

Con la edad, una gana templanza pero paradójicamente pierde cintura. Con la mala educación. Con el ruido. Con la burrera. ¿Para cuándo una carta que comience “Querido energúmeno que habla a voz en grito en el AVE” o “Querido adolescente que escucha reggaeton sin auriculares en el metro”?

Son comportamientos de los hijos de los hijos del baby boom. Según los expertos, estos comportamientos son fruto de padres que no ponen límites. Aparte de generar un auténtico ejército de adultos frustrados a largo plazo, en el corto, las conductas de riesgo en la adolescencia crecen exponencialmente. Sí. Con el sexo y las drogas. La vacuna del papiloma se ha adelantado a los 12. A los 14, se llegaba tarde. Los embarazos entre adolescentes no dejan de aumentar…

Así que hagan su trabajo y digan alguna vez que no a sus hijos. Quiéranlos y enséñenles a amar. A respetarse en bañador pero también a respetar a los demás. Mientras ellos crecen, seguirá con su ruido blanco a todo meter en los auriculares en el metro. Para poder pensar. Algo. Alguna vez. En paz.