Queridos Reyes Magos, una carta muy especial

Queridos Reyes Magos,
este año os escribo pronto para lo desastre que suelo ser yo, pero no os emocionéis en exceso. Esta no es mi carta, o al menos no es la carta habitual donde hago resumen del año, reviso lo que he hecho y he vivido, y me planteo propósitos para el nuevo año (además de dar sugerencias para algún regalito, por si sus Majestades me consideran merecedora de alguno).
No. Esta carta es una carta especial. Es una carta que contiene un deseo. Donde os pido el regalo más especial de todos para mi hija mayor, porque se ha hecho 'mayor'.
Yo que soy de memoria frágil y se me olvida todo, creo que no voy a olvidar el momento que os voy a contar a continuación. Viajemos en el tiempo a mayo de este año. Fue durante un paseo por el campo, hacía un día precioso.... Íbamos un grupo grande, unos más delante, otros por detrás, cuando sin venir a cuento Rocío se acercó a mí y me hizo LA PREGUNTA, esa que sabemos que llegará y que en cierto modo no queremos que nos hagan:
- "Mamá, quiero que me digas la verdad, ¿los RR.MM existen?"
Y yo no pude mentirle. "Sí, cariño, los RR.MM existen". Supongo que mi respuesta la desconcertó por la cara que puso. "Mamá, necesito saber la verdad", me dijo. Y yo le repetí "Los Reyes Magos existen".
Entendí que la conversación no podía acabar ahí, así que le pregunté:
- "¿Tú quieres saber si los Reyes existen o quién compra los regalos? Es algo diferente"
- "Quién compra los regalos".
- "Bueno, pues eso es lo de menos. Esos regalos sólo tienen sentido si tú crees ciegamente que son los Reyes quienes te los traen. Papá y mamá podemos hacerte un regalo en cualquier momento del año, te los hacemos nosotros. La noche de Reyes es mágica y llena de ilusión, y si la vives con esa magia e ilusión, los Reyes vienen y te dejan regalos. El día que dejes de creer y pienses que somos nosotros, ese día dejará de tener sentido esa noche y esa celebración. Así que sí, los Reyes Magos existen y existen porque tú crees en ellos".
Me dio un abrazo fuerte, muy fuerte.. y un beso... y se fue con una sonrisa en los labios. Dio dos pasos y se giró hacia mí y me dijo con rontundidad:
- "Mamá, tú crees en el Reyes Magos".
No hemos vuelto a hablar del tema. Se aproximan estas fechas y la veo con la misma ilusion que siempre. No me ha hecho ningún guiño, ni ha dado señal alguna de que no crea en los Reyes Magos. Y eso me hace feliz.
Este año se ha hecho 'mayor' y solo os pido que le dejéis kilos y kilos de ilusión. Me basta con que le dejéis la décima parte de la que yo tengo. Y que le dure siempre!!
Quiero que escriba la carta con ilusión, que os escriba a vosotros de manera personal, no haciendo una lista de regalos. Quiero que cada vez que vea un Rey Mago en un centro comercial, se ponga en la cola para sentarse en sus rodillas (aunque sabemos que esos son pajes, no sois vosotros). Quiero que en la cabalgata grite como si no hubiera un mañana, para que la escucheís recordaros que se ha portado bien y que os quiere muchísimo. Quiero que prepare sus zapatos, el azúcar para los camellos y la copita para vosotros con mimo. Quiero que se acueste con un nudo en el estómago de nervios y que le cueste dormirse, pero agobiada por otro lado porque quiere dormirse para que no la pilléis despierta. Quiero que se levante pronto, y venga corriendo a despertarnos a su padre y a mí, para decirnos que habéis dejado el salón lleno de paquetes, pero que quiere que los abramos juntos. Quiero que se ría pensando que los camellos se han tomado todo el azúcar y que ha sido Gaspar el que se ha comido un polvorón. Quiero que lea con emoción la carta que le vais a dejar, diciendole que la queréis y que en un año estaréis de nuevo con ella. Y quiero que abra los paquetes sabiendo que Melchor, Gaspar y Baltasar los han preparado con todo el amor del mundo para ella.
Y por último, quiero que sea consciente que ahora ella es responsable de mantener y repartir la magia y la ilusión de los Reyes Magos. Y que tiene que sentir y gritar que
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡LOS REYES MAGOS EXISTEN!!!!!!!!!!!!!
Un beso enorme a los Tres, en especial para Baltasar, que ya sabe él que es mi debilidad