Quiche lorraine

La receta de hoy es el típico pastel salado del que existen muchas versiones con variedad de rellenos: con cebolla, con jamón, con puerros, cebollas, etc. Pero todas tienen en común un relleno de huevos, nata y queso.

La quiche es originaria del noroeste de Francia, concretamente de la región de Lorena, de ahí la denominación "Lorraine" de su versión más universal. Dicen que la idea surgió por el excedente de mantequilla y nata existente en esta zona rica en ganadería. Al compaginarlas con una masa hecha con harina, se creaba un pastel salado muy suave, con un alto contenido en proteínas y muy energético.

El relleno más popular es el de queso y panceta (o bacón), aunque éstos se incorporaron posteriormente. La fórmula original data de la Edad Media y aparece ya referenciada en libros de cocina de hace 400 años. En aquél entonces sólo llevaba la masa de pan recubierta de huevos, nata y algo de sal. Esta elemental receta ha ido evolucionando hasta las quiches que conocemos en la actualidad.

Es bastante fácil de preparar, aunque yo voy a poner la receta de la masa, por si alguien quiere hacerla; se puede hacer con un paquete de masa quebrada de las que venden ya preparadas en cualquier tienda y de esta manera se simplifica muchísimo el trabajo.

Poner la harina en un bol añadirle la sal y la mantequilla en trocitos, mezclar rápidamente con unas varillas y añadir el agua, amasar rápidamente. Formar una bola con la masa, envolver con papel film y dejar reposar en la nevera durante 15-30 minutos (se puede tener preparada de un día para otro).

Ingredientes para el relleno

• 1 cebolleta pequeña o si las encontráis 2 escalonias
• 1 cucharada de mantequilla
• 100 gr. de bacon cortado en tacos finos
• 1 brick de nata líquida
• 3 huevos
• 100 gr. de queso emmental o mozarella o cualquier queso blando que os guste.
• Sal.

Con la masa estirada con un rodillo (si usáis masa comprada os ahorráis este paso) forrar un molde redondo bien engrasado para que no se pegue, cortar bien los bordes para que no sobresalga. Meter esta masa ya en el molde en el congelador durante 10 o 15 minutos. Sacarla y hornearla en vacío durante 15 minutos en el horno precalentado a 180º, con este pequeño truco nos evitamos tener que ponerle por encima garbanzos o algún peso.

Mientras tanto preparamos el relleno: en una sartén calentamos la cucharada de mantequilla y rehogamos el bacon y la cebolleta hasta que estén levemente doradas. En otro recipiente batimos los huevos, añadimos la nata, el queso, sal y pimienta al gusto, le añadimos la cebolleta y el bacon y lo echamos todo por encima de la masa (ya medio cocida).

Cocemos la quiche unos 30 minutos en el horno a una temperatura de 200º o hasta que veamos que la superficie está dorada.

Se puede servir fría o caliente, como primer plato acompañado de una ensalada, cortada en trozos como plato de aperitivo... Espero que os animéis a hacerla y que os guste.