Lo mejor es que gana sabor con las horas, por ejemplo si lo dejas hecho para la cena o el día siguiente, estará más rico aún. Aunque recién horneado también es una delicia. Lo mejor es que como sale un tarta entera da para probar recién hecho y reservar el resto para la cena!
Se puede usar tanto cebolla como puerros, o incluso mezclar. Para mi, el sabor del puerro es más fino y suave, y no desprende tanta agua como la cebolla. Eso ya es cuestión de gustos. En realidad puedes ir modificando ingredientes, como por ejemplo usar leche evaporada o nata (crema), o incluso sólo leche.
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- 300 gr. de puerros (2 o 3 puerros) También se puede usar cebolla
- 100 gr. bacon
- 200 ml de leche evaporada, (o 200 ml de nata o crema para cocinar)
- Una cucharada de queso crema (de untar)
- Un poco de mantequilla para engrasar la bandeja
- Una pizca de nuez moscada (opcional)
- Sal y pimienta
- 3 huevos
- Queso rallado
- Dos cucharadas de aceite de oliva
- Masa quebrada (se vende congelada o refrigerada, también puedes hacerla casera)
1. Lava bien el puerro (o cebolla) y picalo en trocitos pequeños. Rehoga en una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva.
Cuando empiece a reblandecer, añade el bacon picado (lo puedes comprar ya cortado trocitos). Añade un pellizco de sal, pimienta y nuez moscada.
2. Cuando el puerro esté cocinado, añade una cucharada de queso de untar o queso crema, ayudará a dar mejor textura y sabor. Mezcla bien, añade 200 ml de leche evaporada o de nata (crema), y mezcla bien.
Apaga el fuego y añade 3 huevos, puedes añadirlos ya batidos. Mezcla bien, que todo el relleno quede uniforme. Reserva.
3. Precalienta el horno a 200 grados. Unta un molde con un poco de mantequilla, coloca la masa encima y moldeala con ayuda de los dedos, pincha con un tenedor para evitar que salgan burbujas de aire.
Tradicionalmente se han usado garbanzos o judias secas a modo de contrapeso, pero realmente no hace falta, ya que solo vamos a hornear sin relleno 5 minutos, y luego el relleno terminará de asentar la masa.
4. Hornea unos 5 minutos, saca el molde con cuidado y añade el relleno. Espolvorea con queso rallado y vuelve a hornear de 20 a 20 minutos, hasta que esté dorado y el relleno se vea que ha subido un poco.