Me quieren hacer culpable de la lesión de Gio; acepto que hubo diálogo y patadas pero no tengo nada que ver. Amenazaron de muerte a mis hijos, nos tildaron de un equipo violento y no es así.
Hugo Barrientos, volante de All Boys
No quiero entrar en discusión, pero me parece que Racing también friccionó el juego. Moreno le comete infracción y se ve como se desestabiliza su rodilla. Siente dolor inmediatamente. Su lesión no es buena para el fútbol en sí, porque un jugador de su calidad se perderá mucho tiempo fuera de las canchas”
Lunati, el árbitro del partido, permisivo ante los golpes
Ni yo ni Barrientos lesionamos a Giovanni Moreno”
José “Pepe” Romero, entrenador de All Boys
¿Y ahora qué van a decir? Ya desde el minuto de juego que Lunati tenía que haber amonestado por las patadas a Gio. ¿Que se lesionó solo? Pero viste lo que le pegaron…?”
Miguel Ángel Russo, entrenador de Racing
Sistemáticamente amedrentaron a Gio Moreno durante todo el partido. Desde los medios tampoco se lo defendió a Moreno, a Riquelme lo defienden más”
Rodolfo Molina, presidente de Racing
La discusión se desató más de lo apropiado. La lesión de ligamentos cruzados que sufrió Giovanni Moreno el domingo pasado en la cancha de All Boys provocó el alzamiento de muchas voces con diferentes posturas. Una, la defensa de Hugo Barrientos, volante central del equipo de Floresta que, fiel a sus características, jugó fuerte y pegó algunas veces más de la cuenta, pero que no se hace responsable; y otra que lo martiriza al jugador hasta el punto de amenazarlo de muerte.
La jugada de la lesión no es provocada por una falta de Barrientos. Es cierto que el ex Huracán lo buscó todo el partido y fue, quizás, el que más le estuvo encima, pero en el instante de la lesión, la pelota la tenía él, y no Gio. Probablemente, el colombiano, cansado de tanta patada haya ido a buscarlo y, al trabar, se lesiona.
El fútbol es un deporte de contacto. Muchos jugadores tienen un estilo “fuerte” y se caracterizan por el juego brusco; otros, son habilidosos, los criteriosos con el balón. Obviamente, uno chocará contra el otro buscando recuperar el balón. Esto tiene años de historia y no es nuevo. Ambas posturas son extermas y todos sabemos que los extremos nunca son buenos.
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