Resúmen: El minimalismo no es una carrera ni una competición. Es una filosofía de vida personal sin notas ni evaluaciones finales.
A veces me olvido de que esta idea en nuestro mundo competitivo e individualista es algo diferente. Este comentario me sirvió de recordatorio:
Querida Noelia,¿Tienes menos de 33 prendas de ropa? Enhorabuena, eres mejor minimalista que yo.
Eres una minimalista excepcional. Eres un ejemplo a seguir. Y para que sigan tu ejemplo es necesario que aceptes la responsabilidad de inspirar y orientar. Las demás personas no necesitamos que nos llames hipócritas, necesitamos que compartas tus experiencias. Queremos conocer tus batallas y tus éxitos, tus fracasos y tus aprendizajes - para poder experimentar y hacerlas nuestras.
¿No tienes coche propio y te mueves en bicicleta? Enhorabuena, eres mejor minimalista que yo.
¿Meditas todas las mañanas? Enhorabuena, eres mejor minimalista que yo.
¿En tu casa cada cosa está en su sitio? Enhorabuena, eres mejor minimalista que yo.
¿Hace años que no has comprado nada nuevo? Enhorabuena, eres mejor minimalista que yo.
El cambio empieza contigo - y sigue contigo
Es simple: la mayoría de las personas hoy en día tienen más ropa, más cosas, más cacharros de los que necesitan. Muchos están conscientes de que algo tiene que cambiar, que algo falla. Si la compra de más y más cosas no te genera la satisfacción que buscas, seguir comprando no cambiará nada. Lo que falta son herramientas que permiten empezar con este cambio. Herramientas prácticas que te pueden guiar en explorar un nuevo camino que rompe con lo que te cuenta la publicidad.
El cambio empieza contigo. Nadie más que tú puede enfrentarse a tu armario, a tu altillo, a tu despensa llena de cosas sin usar. Sólo tú puedes decir "basta" y pasar a la acción. Sólo tú puedes tomar las riendas de tu vida y reconquistar tus espacios. Sólo tú puedes cambiar a ti misma y tus padrones de consumo.
Y sólo tú puedes inspirar a otras personas desde el respeto y la aceptación. Sé un ejemplo, sé el cambio que quieres ser. Es fácil juzgar, mucho más fácil que apoyar a alguien que por primera vez se enfrenta a un reto tan grande.
¿Quieres ser mejor minimalista?
El minimalismo es una filosofía de vida. Es un camino que te ayuda a descubrirte a ti misma y a tus prioridades. No exige un número concreto de prendas y pertenencias, sino un uso consciente de lo que tienes.
El Proyecto 333 es un experimento. Es una herramienta que te enseña a conquistar tu armario y a reconocer tus prendas favoritas. No es una competición, es una práctica.
Meritxell se juntó a este reto con un armario de 539 prendas. En su primera temporada del proyecto 333 se quedó con 133 prendas, una cuarta parte! Nunca llegó a los 33 prendas, pero hoy vive con menos de 100 prendas (y un armario más pequeño). ¡Un gran logro!
Laura únicamente tenía 43 prendas cuando empezó el proyecto. 33 le pareció demasiado y decidió experimentar con 13 prendas. Se dio cuenta que era muy poco y hoy en día ha vuelto a unos 35 prendas.
¿Crees que Laura es mejor minimalista porque tiene menos prendas? ¿O quizás lo es Meritxell, porque su cambio ha sido más radical? La verdad es que ¡las dos son minimalistas admirables! Ajustando el experimento a su realidad personal, cada una consiguió salir de su zona de confort. La uno no es mejor ni peor minimalista - son minimalistas realistas.
Necesitamos a todas ellas para poder hacer un cambio real en nuestra cultura y nuestro mundo. Si te concentras en tu propio número de prendas, en tu propia perfección, dejarás atrás todos aquellos que recién están empezando. Y si la gran mayoría no cambia, tu perfección no tendrá el menor impacto. Necesitamos un cambio generalizado para que también tu participación cuente.
¡Gracias Noelia, por permitirme esta reflexión!