Mi nombre es Arantza Muñoz.
Soy técnico superior en Dietética (Dietista). De hecho, mi camino hacia el veganismo y la abolición del especismo, de algún modo empezó con mi formación como dietista.
Siempre he sido amante y defensora de los animales. Desde pequeña, un poco como todo el mundo, mi sensibilidad hacia ellos era enorme. Pero nos educan en una sociedad que nos elimina esa sensibilidad y concepto de la realidad para con ellos.
En 2010 empecé a estudiar Dietética, y mi primera pregunta para mis profesoras fue “¿Es posible ser vegetariana y estar sana?” Por entonces, el concepto “vegano” era demasiado extremista y poco sostenible para mi (y lamento mucho haber estado tan ciega) por lo que me limité a preguntar si una alimentación sin carnes, pescados o cualquier subproducto que requiera de la muerte del animal (gelatinas, pieles) era viable.
Su respuesta fue si. Mi reacción fue automática. Dejé todo aquello atrás y me inicié en el vegetarianismo. Cómo dato curioso, por entonces, pesaba 110kg. Media 1’64m. Usaba la talla (no doy este dato por estética, si no para entender que mi masa y volumen eran insalubres teniendo en cuenta mi estructura ósea) 50-54. También padecía problemas de gastritis y pirosis estomacal, tendencia a la depresión, no hacía ejercicio, me malnutria, tenía hipercolesterolemia, la testosterona elevada, indicios de alopecia, problemas vasculares, un asma muy agravada que me dio algún que otro susto…
11 meses después de dar el paso al vegetarianismo, pesaba 52 kg menos. Me había puesto en 58kg. Mis analíticas estaban perfectas. Mi menstruación se había regulado. Mis migrañas y dolores de espalda así como de fibromiálgia habían descendido considerablemente. Usaba una 38 de pantalón. Y había comenzado a hacer ejercicio. Me sentía mejor que nunca.
2 años después, la fibromialgia empeoró. Eso me impedía moverme con facilidad. Y aumenté 10kg de peso. En verano de 2013 llegó a mi el video de “El mayor discurso que jamás escucharás”. Y apenas 20minutos después de darle al play, le di al pause, fui a mi nevera, cogí todos los lácteos y huevos que restaban en ella, se los di a la vecina, y volví a la habitación a acabar de ver el vídeo. Ese 8 de agosto de 2013 mi vida cambió por completo.
Apenas 1 mes después empecé a cocinar más asiduamente, y con ello, incié el blog, fruto de constantes demandas de mis amigos y familiares, bajo la excusa de “qué fácil es ser vegano si cocinases tú”. Entonces pensé que gracias a mis conocimientos como Dietista, y mis inquietudes culinarias, podía ayudar a la gente a dar el paso al veganismo, sin morir en el intento.
De ahí nació mi mayor forma de activismo contra el especismo y el holocausto animal.
Casi 2 años después, ha pasado de ser un hobby a ser un trabajo (aunque no remunerado). Invierto muchas horas y dinero en este blog, pero sobretodo cariño y conocimientos. Mi finalidad es poder ayudaros a todos a dar el paso al veganismo. Y espero que sea de vuestro agrado lo que en él encontréis.
Todo lo que hay en el forma parte de mi. Desde las bromas, las fotos, la forma de redactar y las recetas (salvoque especifique lo contrario). Al fin y al cabo, es un blog personal.
Tengo la enorme suerte de haberme encontrado en la vida, no sólo con personas increíbles, si no con lo más bonito que he visto en el mundo: Danna, y Gordo. Los dos gatos con los que comparto mi vida. Ambos llegaron, como las mejores cosas, de forma inesperada y no planeada.
Danna llegó cuando recién me independicé. Un compañero de trabajo acababa de ser padre y su mujer consideraba que los gatos ya no eran bien recibidos en casa. Yo era tremendamente alérgica a los gatos, y ni si quiera sabía como era Danna. Sólo le dije “Mañana, 23 de Enero de 2013, a las 16h en el veterinario de Vilapicina” y cuando llegué al veterinario, me enamoré. Era sencillamente perfecta. Casi podría asegurar que yo misma la había parido. Tenia mis ojos. Y algo me decía que su alma y la mía ya estaban conectadas de antes. Tras 30 durísimos días a base de antihistaminicos, superé la alergia y ahora vivo más feliz y completa de lo que nunca lo fuí…
O eso pensaba, hasta que Gordo apareció en mi vida. Fui a dar unos talleres de cocina vegana a Madrid, el 5-6 de diciembre de 2014. Estaba en la cola de Veggie Room, la tienda vegana la que recurro siempre que visito la capital. Explicándoles a los chicos que me estaba planteando adoptar un compañero de vida para Danna. Y de pronto, un ángel de la guarda, llamada María me tocó la espalda y me dijo que ella llevaba 2 años alimentando a Gordo en la calle. Y al final un mes antes, lo acogió en casa y le estaba buscando un hogar. Viviamos a 600km de distancia. Pero la vida nos unió.
Son sencillamente perfectos y creo fervientemente que estamos hechos los unos para los otros.
Para aquellos que se pregunten, resido en Barcelona. Actualmente trabajo en un centro de asesoramiento nutricional y psicológico, con terapias holisticas y alternativas (como masajes de caña de bambu, reiki, quiropráxia, acupuntura…) y si alguno necesita o piensa en buscar ayuda en su transición al veganismo puede contactar conmigo mediante varias vías:
Cuida’t, centro dietético Esplugues:
– Calle de la menta 23, esplugues de llobregat (metro Can vidalet)
– [email protected]
– 93 371 71 31
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