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¿Quién mató a Bambi?

Publicado el 17 noviembre 2013 por Juancarrasco @JuanCdlH
17.11.13 | 15:58. Archivado en Cine, Estrenos, Español
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Hay días que uno quisiera no haberse levantado de la cama. A todos nos ha ocurrido y lo que estamos deseando es olvidar y empezar una nueva jornada. Pero si la desgracia no le afecta a uno, así de encantadores somos, y encima es ficción, se transforma en el mejor de los argumentos para una comedia. Santi Amodeo se enorgullece de presentar su última obra, una cinta hilarante “al estilo americano” (con sus pros y sus contras, cada cual que valore si la afirmación es tan positiva como el director quiere) absolutamente demencial de principio a fin. Está protagonizada con poderío por la pareja Quim Gutiérrez (al que últimamente no le escasea el trabajo) y Julián Villagrán, que se compenetran a la perfección y demuestran que la clave de esto está en la química entre los actores; al citado dúo se le une en mayor medida Ernesto Alterio, haciendo de desgraciado como casi siempre, y entre otros rostros los de las incipientes Clara Lago y Úrsula Corberó para completar un interesante plantel. Mención especial merecen las fugaces apariciones de Andrés Iniesta (¿?), bastante evitable, y de la siempre refrescante Carmina Barrios, ilustre mamá de Paco León y protagonista de Carmina o revienta, que aporta con acierto su particularísimo glamour a la cinta.

¿Quién mató a Bambi?
El despiporre del guión, también de Amodeo, nos coloca a dos amigos que trabajan juntos a cargar con el problema de un jefe de ida y vuelta en calzoncillos dentro del maletero de su coche, con los agravantes de un abogado díscolo, una cacatúa gafe y un taxista bizco al que nunca se le debería haber resaltado la evidencia. Una lista de motivos descabellados para una película descabellada y bastante divertida (aunque me reí menos de lo que esperaba y bastante menos que mis molestos vecinos de butaca) en la que por la atmósfera a ratos psicotrópica que desprende estás esperando que al final aparezca Peter Sellers con un elefante de colores.

Si cierto es que la ocasión de pasar un buen rato no debe escaparse, en la propuesta existen altibajos de guión, que por humorístico que sea debe contar con una mínima coherencia, y que en determinados pasajes transmite todo menos eso; por otro lado, ese “American way” que vende el creador a veces se solapa peligrosamente con la bola que tiene atada al tobillo la comedia en este país, y la mezcolanza castizo-innovadora funciona sólo intermitentemente. Queda añadir que la forma extremadamente efectiva y generosa de promocionar el producto hace que hayamos visto un millón de veces el tráiler, de esos que te cuentan todo lo que merece la pena ver y prometen más de lo que luego ves (cuánto daño, siempre lo digo, puede hacer un tráiler sobresaliente en las expectativas del público que acude engatusado a visionar una película de nivel medio, y qué importante es para la recaudación final). Pero el caso es que al igual que con otros muchos, conmigo, que he bajado la guardia ante un año de mucha calidad de cine patrio, ha funcionado, puesto que si no me hubiese enseñado lo poco que hay que ver en un montaje de treinta segundos, probablemente no estaría comentando ahora esta película. Y lo paradójico es que, con las mencionadas reservas, volver a verlo todo en la gran pantalla me ha entretenido lo suficiente como para que no me arrepienta de ello. Santi Amodeo progresa adecuadamente…

Dirección y guión: Santi Amodeo. Duración: 89 min. Intérpretes: Quim Gutiérrez (David), Ernesto Alterio (Edu), Julián Villagrán (Mudo), Enrico Vecchi (Gigi), Clara Lago (Mati), Úrsula Corberó (Paula), Joaquín Núñez (Adelardo), Carmina Barrios (Tere). Producción: Joaquín Padró y Mar Targarona. Música: Enrique de Justo y Santi Amodeo. Fotografía: Alex Catalán. Montaje: Joan Manel Vilaseca. Dirección artística: Pepe Domínguez. Vestuario: Fernando García. Distribuidora: Sony Pictures Releasing de España.


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