Os voy a ser sinceros. No soy fan de la zoología. Nunca lo fui. Recuerdo aquellas tediosas clases a las tres de la tarde de primero biología como una tortura. Pero había una cosa que me fascinaba, y ésta eran los parásitos. Es increíble observar como la evolución ha moldeado los comportamientos tanto del parásito como del huésped hasta conseguir situaciones que parecen sacadas de una película de ciencia-ficción. Famoso es el caso del gusano que convierte al caracol en zombi. El gusano se apodera de la voluntad del caracol, migra hacia sus antenas y provoca que el caracol se convierta en una disco móvil para atraer a su depredador, un pájaro. Éste viendo al caracol llamativo y desamparado a la luz del día encima una hoja se se lo comerá. El gusano ya está dentro del pájaro para seguir reproduciéndose. Los huevos del gusano serán excretados junto con las heces del pájaro, que serán posteriormente engullidas por el caracol. Y así vuelve a empezar el ciclo Hasta el infinito y más allá. Podéis verlo en el video de más abajo.
Pero esto no es nada comparado con el último mecanismo encontrado por científicos de la universidad de Perpignan, Francia. Existen unas avispas que tienen comportamientos parasitarios. Suelen poner sus huevos en otros insectos para que cuando las larvas se empiezan a desarrollar se alimenten de estos. Pues bien la historia que os voy a contar le da una vuelta de tuerca a todo esto.
La mariquita zombie-macarra.
La avispa localiza a su presa, en este caso una mariquita. Con su aguijón introduce los huevos dentro del cuerpo de la mariquita. Hasta aquí todo normal, lo que sabíamos sobre las avispas parásitas. A continuación los huevos eclosionarán, dando lugar a las larvas que empezarán a comerse a la pobre mariquita por dentro. Pues bien cuando salen las larvas de la mariquita y empiezan a formar la pupa (uno de los estados de la metamorfosis de los insectos, el paso de larva a adulto), la mariquita se pondrá encima de esta para defenderla. Y no se marchará hasta qué salga la avispa adulta de la pupa. Es este comportamiento protector por parte de la mariquita lo que no podían entender los científicos. Pues bien este grupo ha desvelado cuál es el misterio. La avispa además de los huevos deposita un virus en el cuerpo de la mariquita. Este virus, cuando las larvas eclosionan, se multiplica y infecta el cerebro la mariquita. La infección del cerebro provoca inflamación de las neuronas. Y es esta inflamación la responsable del cambio de comportamiento de la mariquita. La mariquita se quedará quieta y temblando encima de huevo. Cuando la avispa adulta salga de la pupa, la mariquita puede seguir con su vida normal, ya que su sistema inmunitario eliminará el virus de su organismo. El virus por su parte infectará a las larvas de las avispas quedándose en los órganos reproductivos de las femeninas. Y así continuamos con este macabro/maravilloso ciclo.
¡Mi tesoro!
Hasta ahora se conocía la utilización de virus por parte de las avispas, pero estos simplemente lo que hacían era inhibir el sistema inmunitario del huésped. Pero esto ya es el acabose. Esta es la primera vez que investigadores encuentran que un insecto es capaz de utilizar un virus para modificar el comportamiento de otro insecto. ¿ Como a llegado la avispa a utilizar un virus en beneficio propio? ¿que implicaciones evolutivas tiene todo esto?
P.S. Seguro que J M López como buen fan de Tolkien del blog de divulgación Scientia verá a Gollum en la mariquita.
Referencias.
Biological Warfare: Parasitic Wasp Uses A Virus To Control Its Host
Dheilly NM et al. (2015). Who is the puppet master? Replication of a parasitic wasp-associated virus correlates with host behaviour manipulation, Proceedings of the Royal Society B, DOI:10.1098/rspb.2014.2773