Revista Televisión
Hacia tiempo que un programa no me producía tanta rabia. Y mira que me gusta, pero me provoca una sensación de cabreo y diversión a partes iguales.
Antes que nada dejar claro que , como ya sabéis estos programas son únicamente para divertirse, dejar que cualquier cosa que pase en ellos nos afecte o vaya mas allá de pasar un buen rato es absurdo. Así que quizás me critiquéis por lo que voy a escribir a continuación.
Nunca he tenido problemas con los estereotipos, de hecho me gustan, y creo que como punto de partida para hacer humor son incluso necesarios. Pero es que la cosa en el tema gay empieza a darme mucha vergüenza ajena. Nunca me ha preocupado el mundo gay, nunca me he sentido parte de esa especie de comunidad, ni de su estilo de vida, pero eso no quiere decir que tenga ningún problema con ello, solo que yo no vivo así. Siempre me ha gustado defender el ser gay, sobretodo ante quien niega una evidencia, pero una cosa es eso y otra muy distinta defender lo que he visto (y lo que me queda) hoy en el programa.
Y mas allá de que cada uno puede ser como quiera, lo de este Pedrito clama al cielo. Dejando a un lado que gran parte de la culpa es de la madre (que sea como es, no que sea gay), uno no puede ir a la tele a conocer pretendientes vestido como si te acabaran de atracar una pandilla de latin Kings. Y lo que es peor, descartar al mejor. Vale, que te aparezca vestido de tuno y cantando es motivo para salir corriendo, pero resulta que después es un tio normal, que además enamoro a la madre. Reconozco que no soy imparcial, por que a mi el tio si me parece atractivo, pero es que ¿habéis visto a los demás candidatos?, por favor¡¡¡¡ Además de eso, la actitud de Pedrito es horrible y muy mal educada, esos pies encima de la mesa con esos calcetines de tenis blancos sustituirán a la muerte en mis pesadillas.
No se exactamente que es lo que mas me molesta, quizás solo quiero dejar claro que todos los gays no son así y que el mundo esta lleno de gente maravillosamente distinta, pero con cierto gusto y educación.
Y después de soltaros este rollo comento el programa.
Que mona va esta chica siempre¡¡¡¡¡. Lujan Argüelles esta fantástica, como siempre, la adoro y me gustaría que saliera mas que alguno.
Después de lo que he dicho también tengo que felicitar a la gente de casting, por que tiene que ser muy difícil encontrar semejante panda de “trospidos”.
El vendedor de mercadillo no tiene precio, con su Mercedes y su perrito saliendo por la ventanilla, de no ser por que había quedado muy claro yo hubiese pensado que este era el gay. (veis, esto es un ejemplo de humor con un estereotipo). Pero resulta que es un picha brava (o al menos eso cree el), me encanto el mosqueo que se pillo cuando quiso besar a todas las chicas en privado y le hicieron la cobra, TODAS. También hubo un momento incultura que me puso los pelos como escarpias. Una de las candidatas de Isidoro era de Figueres y le dijo que le había traído un detalle por que allí estaba el Museo Dali. En el momento que el vendedor puso cara de no saber de quien le estaban hablando creo que en Figueras se descolgó mas de un cuadro de golpe.
No quiero utilizar la palabra normal de mala manera, pero es que Gabriel parece el meno idiota. Es el mas educado y sabe mantener las formas sin duda, ya veremos cuando deje de pensar con la cabeza y piense con lo otro. Su historia con la mujer china es de lo mas interesante, aunque tendrá problemas con su madre seguro.
De Pedro ya he hablado bastante, pero será sin duda divertido y patético a partes iguales ver lo que hace con tanta loca acosándolo.
Luis Carlos y Alvaro, los mellizos o lo que sea dan el doble de rabia, por supuesto. Pero lo mas divertido es ver como compiten entre ellos, aunque sin admitirlo.
Y llegamos al comefuegos, el “machote” de esta edición. El que necesita sexo continuo y es el mas hetero de todos. Un peligro con patas, por que como habréis visto, entre las candidatas no son monjitas precisamente, y al parecer las pone como motos, algo de lo que el va a sacar provecho seguro.
En que ya están todos, ya hemos empezado y esta temporada promete risas y vergüenza ajena a partes iguales.