Revista Opinión

¿Quién teme al ruso feroz?

Publicado el 18 marzo 2014 por Vigilis @vigilis
Algo que se repite cada vez que el mundo libre y Rusia chocan en algún tema (es decir, cada vez que Rusia ejerce de Rusia) es la debilidad de Occidente para hacer frente a Rusia. Parece que nos olvidamos que Rusia es un país raquítico, con una tecnología obsoleta, unos problemas sanitarios y demográficos impensables y una economía propia de un país tercermundista.
Enseguida pasamos esto por alto porque nos llaman la atención los números de la cosa militar. Hay una idea romántica detrás de la expresión "Ejército ruso". Parece como si millones de rusos en situación de alerta esperaran ver una bengala en el horizonte para avanzar subidos a sus miles de tanques y protegidos por su atronadora artillería. Pobre Europa. En cuestión de días los rusos llegarían a Corcubión. No somos nadie. Etc.

¿Quién teme al ruso feroz?

¡Groaar! (¿Por qué la cara del Tío Joe me hace pensar en el milagro económico alemán?).

A ver cómo explico esto sin caer en la temeridad de no valorar en su justa medida la capacidad militar rusa. Algo de capacidad militar tiene, sin duda, y hay que dejarlo claro. Mi punto es que esa capacidad es inferior no ya a la OTAN sino a los países europeos de la OTAN. Es más, no es demasiado exagerado decir que tres o cuatro países de Europa occidental pueden poner en un serio aprieto a las fuerzas militares rusas.
Y es que la valoración de la capacidad militar no se limita a una simple comparación de números. Influyen otros factores más difíciles de medir como la moral, el entrenamiento, la experiencia en combate, la tecnología y la capacidad de reacción.

¿Quién teme al ruso feroz?

No importa el tamaño, sino saber usarlo.

Sobre la moral podemos apuntar a la tasa de suicidios en el ejército ruso. Durante el Servicio Militar, se reportan casos de dedovshchina, que es una palabra que no existe en nuestro idioma y viene a significar "novatada en la mili". No sólo se producen muertes por causa del acoso sino también durante el transcurso de las propias novatadas. Novatadas que en algunos casos incluyen la violación en grupo. ¿Cuál creéis que es la motivación de combate de un soldado cuyo superior es un borracho que le hace la vida imposible?
Sobre el entrenamiento se puede poner sobre la mesa que fuerzas rusas son las que van a entrenar a Colorado. El mínimo aceptable de la OTAN para los pilotos son 120 horas de vuelo al mes. ¿Cuántos pilotos rusos pueden igualarlo? Las maniobras conjuntas de los aliados hacen que estas nos salgan baratas. Si Rusia quiere hacer lo mismo con la misma frecuencia y un número equivalente de unidades, estaría poniendo a prueba su delicada economía.

Soldados rusos en el Cáucaso tratando de mantener la moral alta.

La experiencia en combate es más gráfica. Las operaciones en los Balcanes, Afganistán e Irak involucraron a medio millón largo de militares aliados. La última experiencia de combate del ejército ruso se reduce a la guerra contra Georgia, en la que enfrentaron una fracción de su ejército a un contrincante minúsculo.
La diferencia tecnológica es algo sobre lo que se tiene más información. Salvo en la defensa aérea, misiles balísticos y algún proyecto de avión de combate, la tecnología occidental en uso (no en desarrollo, que de esa no sabemos gran cosa) lleva una ventaja de veinte años. De hecho, la propia disparidad tecnológica obliga a los rusos a invertir en defensa aérea y a descartar otros proyectos. La marina de guerra carece de capacidad antimisiles cuando la OTAN dispone de más cien unidades navales con el sistema AEGIS (una tecnología que es el pilar del escudo antimisiles presente en los países que rodean a Rusia: Noruega, España, Reino Unido, Corea y Japón). En el aspecto tecnológico también cumple su función esa gran desconocida que es la ciberdefensa y la guerra espacial.
Sobre la capacidad de reacción hay que recordar que en Europa la OTAN cuenta con una fuerza de reacción inmediata de 14.000 hombres. A esto hay que sumarle la presencia aliada no solamente en Europa, sino en Oriente Medio, Extremo Oriente, el Índico y el Atlántico. El despliegue ruso se limita a Sevastopol, la pequeña base naval de la costa siria, los 7.000 soldados que tienen atrapados en Tayikistán y una estación en Cuba.

¿Quién teme al ruso feroz?

"Thanks for playing!" weee

Cuando los números juegan en tu contra
La Federación Rusa no cuenta con un sobredimensionado ejército por gusto. Es que no les queda elección. El tamaño de su país les obliga a desplegar sobre millones de kilómetros cuadrados sus unidades. Y Rusia no es que cuente con vecinos precisamente leales. Un conflicto en Europa oriental significa que todo lo que tienen en el Pacífico, Extremo oriente, Cáucaso, etc. quedaría inmovilizado. Frente a ellos, los soldados de la OTAN estarían combatiendo en la puerta de casa. Una comparación entre las infraestructuras de Europa oriental y las líneas logísticas internas rusas deja en muy mal lugar a estas últimas.

¿Quién teme al ruso feroz?

Molaría que los ejércitos sirvieran para hacer competiciones de desfiles. Con Risto Mejide y Chicote de jurados. (En la imagen un T-90 en el Desfile del Día de la Victoria de 2010). Lamentablemente para eso ya están las majorettes.

El terror nuclear
Otra cosa que me llama la atención sobre el "poderío militar ruso" es lo que se refiere a las armas no convencionales. Cuando leemos en la prensa la expresión "miles de cabezas nucleares" (¿perdón?) inmediatamente pensamos en que gente muy loca puede "pulsar un botón" y en cuestión de minutos arrasar con todas nuestras ciudades. El miedo aparece ante la amenaza pero también ante el desconocimiento.

¿Quién teme al ruso feroz?

Los más aptos sobrevivirán a la guerra nuclear.

Es caro, peligroso (tóxico) y complicado tener un misil en un silo con disponibilidad inmediata. Por eso, la inmensa mayor parte de esos "miles de misiles" no tienen disponibilidad inmediata. Llenar los tanques de combustible de uno de estos cohetes lleva mucho más tiempo del que se tarda en detectar su llenado desde un satélite. Otra cosa son las unidades móviles que están constantemente cambiando de lugar como los submarinos. Ciertamente tienen los rusos (1.400) armas con cabeza nuclear listas para ser lanzados con poco preaviso. Lamentablemente para ellos no disponen todavía de un escudo antimisiles como el nuestro basado en el sistema AEGIS (que lleva más de una década haciendo pruebas). Tampoco olvidemos que en la OTAN no es Estados Unidos el único con capacidad de lanzamiento estratégico. Y por fin, en la guerra nuclear queda el imprevisible comportamiento humano: ante el horror, las personas olvidan la cadena de mando, como le pasó al ruso que nos salvó a todos.
De todos modos, la lógica de la guerra nuclear encierra una contradicción en sí: el uso de armas nucleares inutiliza esas armas. Dicho de otro modo: el arma nuclear solamente sirve para algo si no se usa.
Escenarios
Ante el actual conflicto en Ucrania cabe pensar en escenarios posibles (o puramente basados en la imaginación). Cada uno pensará los escenarios que quiera, yo os enseño los míos siguiendo un orden de más probabilidad a menos.
Primero. Rusia se queda sola en la conquista de Crimea. Ucrania no actúa. Ucrania da pasos para su integración en la OTAN y recibe estatus de nación más favorecida por la UE y los EEUU. Sanciones a Rusia y a sus dirigentes y ostracismo diplomático. No hay escalada militar.
Segundo. Rusia o Ucrania inician un conflicto limitado. La OTAN apoya con medios logísticos y con inteligencia al ejército ucraniano. El conflicto no sale de las fronteras ucranianas.  Final incierto que resulta o bien con la ocupación de parte de Ucrania o con la recuperación de Crimea sin afectar al acuerdo de presencia militar rusa en Sevastopol.
Tercero. Conflicto que implica a la OTAN directamente. Paul Krugman sufriría de priapismo. Este escenario es demasiado difícil de plantear. A un lado y otro hay docenas de tipos muy preparados pensando constantemente en este escenario. Recuerdo un libro de Tom Clancy titulado Tormenta Roja (Red Storm Rising) que novela esta guerra.
¿Quién teme al ruso feroz?

Lo que vengo a decir con todo esto es que es preciso quebrar la idea de la imbatibilidad del ejército ruso. Decimos que en Europa somos unos blandos, pero contamos después de Estados Unidos con la mejor fuerza militar de la historia. Una fuerza con la experiencia, formación y capacidad de defendernos de Rusia. Rusia militarmente no es gran cosa. A ver cómo lo digo para que os quedéis con la copla: Rusia es Uruguay con esteroides.

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