Hace poco leí una conversación sobre como gestionar las opiniones en lugares como TripAdvisor y similares. No es por llevar la contraria al autor del post, de hecho lo que dice tiene bastante sentido, lo que me preocupa es quién vigila al vigilante.
Con esto de que todo el mundo puede opinar, escribir y decir lo primero que se le pasa por la cabeza, es cada vez más importante gestionar tu producto y tu servicio con la mayor calidad posible. El problema es que lugares como TripAdvisor no suelen pagar con la misma moneda,
Existe un problema cuando cualquiera puede opinar sobre cualquier establecimiento sin poder demostrar que realmente ha estado allí. Tu vas, criticas o alabas, y nadie te pide una prueba para corroborar que tus opiniones están fundadas. Es más, me jugaría algo que se venden servicios donde un grupo de bots se dedican a verter opiniones a favor de un determinado negocio mediante previo pago. Del mismo modo que esto puede existir en positivo, se puede hacer en negativo.
Esto puede plantear serios problemas a los titulares de los servicios, es imposible dar una buena respuesta si el cliente no ha sido nunca tu cliente. No sabes nada de él, de hecho puede mentir, y en internet será tu palabra contra la suya, y como suele pasar, tienes las de perder.
Habría que implementar alguna solución para que los usuarios que usan el servicio pudieran opinar, y los que pasaban por ahí, simplemente puedan leer. Claro que para esto, TripAdvisor tendría que asumir ciertas responsabilidades, y ese no es el modelo de internet, y menos todavía de las webs de este estilo.
En todo caso, creo que sería relativamente fácil si se llegara a un acuerdo entre hoteles y este tipo de servicios, un número en factura que te abriera la opción de opinar, un código QR, algo que pudiera ser prueba. De lo contrario, estos lugares que se suponen que velan por la calidad de los hoteles, serían los primeros en violar su propio leitmotiv al no velar por la calidad de sus propios comentarios.
Película: Watchmen