Un reto es una situación nueva que te permite ampliar tu horizonte y aprender algo nuevo. Así que puedes dividir los retos en dos tipos: algunos te permiten adquirir nuevos conocimientos, otros te ayudan a conocerte a ti misma. Pocas veces ambas aprendizajes van juntas y siempre domina o el uno o el otro.
Retos atractivos: aprende algo nuevo
Aunque cuesta arrancar, los retos atractivos suelen ser divertidos. Atreverte a hacer un paseo en los árboles o a ir a buscar un tesoro de geocaching es una aventura para toda la familia (o el grupo de amigos). Es divertido, te permite probar algo nuevo y descubrir tu entorno y posiblemente te saque de tu zona de confort a nivel físico. Aprenderás habilidades nuevas (utilizar una brújula, deslizarte por una tirolina) que quizás te suban la adrenalina. Aún así, ninguna de estas actividades cuestiona la imagen que tienes de ti misma, ni pone en duda tus creencias acerca de cómo funciona el mundo.
De cierta forma son retos amenos, poco complicados y no muy arriesgados. No es de sorprender que fue este tipo de reto que obtuvo más reacción durante las dos semanas de Desabúrrete.
Retos incómodos: conócete mejor
Mientras una salida a la montaña te reta a nivel físico, hay otras actividades que suenan más fáciles, pero que generan un reproche inmediato desde el centro de mando de tu cerebro. Son todos aquellos retos que ponen en tela de juicio tu forma de ser y de entender el mundo. Son retos que te exponen directamente a creencias diferentes a las tuyas y que además no te aseguran el reconocimiento de amigos o familiares – más bien es posible que te generen reproches.
Pedir un descuento cuando compras tu próximo café, participar en una reunión de un partido político que no tiene nada a ver con tu forma de ver el mundo, pasar un día o un fin de semana en silencio, … son retos que dejan a tu entorno atónito y animan a los criticones que te rodean. ¿Estás loca por hacer eso? ¿Qué crees que vas a ganar con eso? Si ya se sabe que… [inserta aquí tu prejuicio favorito].
Son retos complicados, porque suelen ser solitarios y tu entorno es más propicio a reírse de ti que disfrutarlos contigo. Además, el aprendizaje suele ser extremadamente personal y difícil de compartir con tu entorno. ¿Cómo le explicas a tu pareja que el hecho de exponerte a situaciones adversas (como pidiendo descuentos aleatorios) ha mejorado tu autoestima? ¿Cómo haces entender a tu madre que tu charla con un apasionado del partido político contrario o con una vegana militante te ha ayudado en desarrollar más tolerancia hacia los que piensan diferente que tu? Un selfie desde un barranco sería mucho más vistoso.
¿Qué quieres aprender hoy?
Recuerda, tu cerebro está hecho para aprender y para encontrar soluciones (aunque le de pereza). Las novedades refuerzan las conexiones neuronales y crean nuevas conexiones, algo que agradecerás mucho dentro de cincuenta años. Hacer siempre lo mismo o exponerte únicamente a las noticias que confirman lo que ya crees saber significa quedarte parada, el veneno más tóxico que le puedes dar a tu cerebro (y a tu personalidad).
La gran pregunta es: ¿En qué momento de tu vida estás actualmente?
Hay momentos de compartir y de forjar conexiones con otras personas que requieren retos atractivos y fáciles de compartir. Son momentos de compartirlos con amigos o con tus hijos, con los colegas de trabajo o los compañeros de la universidad. En estos momentos no necesitas dedicarte a ls profundidades de tu ser, sino a la diversión del aprendizas práctico, incluyendo los selfies y los relatos que persisten durante años (“recuerdas aquella vez, que…”).
También hay momentos de auto-exploración y aprendizaje personal que requieren retos incómodos que te permiten hacer cosas que jamás te creías capaz de hacer. Son momentos de abrir puertas, de darle un giro a tu vida, de conocerte a ti misma y comprobar que estás trazando tu propio camino.
Compartir estos procesos puede convertirse en un reto aparte, ya que tendrás que encontrar personas en un momento parecido de su vida.
¿En qué momento estás tú ahora?
Si no encuentras un grupo de personas afines dentro de tu entorno inmediato, ahora es un buen momento para informarte sobre Mentes Inquietas y optar por una de las plazas limitadas de cara a Septiembre.