¿Quieres ser un investigador de misterios?

Hoy en día muchos jóvenes han entrado al mundo del misterio debido a su afición por estos temas, ya sea porque vieron un programa de televisión o de radio en donde se trató sobre los ovnis, extraterrestres o fenómenos paranormales, o porque han visto en el internet portales en donde se habla de estos temas como si fueran lo más interesante e importante del mundo. Pero muchas veces esos programan que han atestiguado solo ha sido un burdo espectáculo de entretenimiento, no un programa netamente periodístitico e informativo, que muestre datos objetivos y serios.
Siendo honestos, un buen investigador de misterios no es aquel que sale mucho en los medios de comunicación, o el que tiene muchas imágenes de presuntos fenómenos anómalos, o que ha recabado muchos presuntos testimonios de supuestos casos, o promoviendo falsas conspiraciones y mucho menos difundiendo fraudes pseudo-científicos. Un investigador real, es el que resuelve los casos, no el que los colecciona o solo difunde creencias supersticiosas.  
Un auténtico investigador está obligado a constatar sus investigasiones, pero sobre todo, está obligado a dar resultados verificables de sus investigaciones. Un investigador de misterios, ya sea de ovnis o fenómenos paranormales, se dedica a desmitificarlos, ya sea a refutarlos o confirmarlos, para poder dar explicaciones de que son realmente esos fenómenos.
Pero nunca falta el aficionado o fanático que sale con la típica y repetitiva frase de que “No hay peor ciego que el que no quiere ver la incuestionable verdad, que el que tenga ojos que vea”. Y por ello aquí, los que nos hemos dedicado a este campo de forma honesta, argumentamos que “No hay peor bobo que el que no quiere pensar, quien tenga cerebro que lo use para ser inquisitivo, porque a los ojos cualquiera los puede engañar”.
En el mundo no estamos para seguir idolatrando falsos mitos o fraudes pseudo-místicos; en la investigación de misterios se está para indagar y quitarle lo "misterioso" a esos presuntos misterios, aquí hay que optar por la honestidad, por eso se desmitifican esos engaños que algunos prefieren seguir idolatrando. Las personas merecen conocer la realidad, no seguir creyendo en mitos.
Las opiniones o “puntos de vista” no tienen valor ni importancia si no se basan en datos duros sustentados en la evidencia corroborable de hechos reales verificables. Si quieren investigar, primero tienen que ponerse a estudiar. Por eso no hay que creer en mitos o misterios, hay que saber de ellos. Deja de creer en viejos mitos.
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