Ilustración Nino Chakvetadze.-Eusebio Ruvalcaba-Quisiera que la sábana con que te cubresfuera de agua,y que tu cuerpo se transparentaracomo el paisaje que vemos tras la ventanacuando llueve.Y que ahí mismo quisiéramos estary empaparnos.Cuando caía el primer aguacero de cada año,mi padre me tomaba de la manoy salíamos corriendo al patio.Él, un hombre de 54 años,y yo un niño de cuatro.¿Cómo es posible que ahora recuerde eso?Te lo debo a ti, Mariana,porque evocas cosas en mí que yo suponíaya muertas.