Ordenando cajones encontré esta pequeña caja.
Contiene algo muy valioso.

Sí, en su interior hay unos muñecos que quitan las penas. Son muy pequeñitos (de 10 a 20 mm) y están hechos con alambre, madera y lana. Proceden de Guatemala.
Dicen que de los indios mayas.

Las instrucciones son precisas:
1-. Coges un muñequito.
2-. Le cuentas esa pena que tienes, antes de irte a dormir.
3-. Lo colocas bajo la almohada.
La preocupación se traslada al quitapenas y tú puedes dormir y olvidarte de ella.
Quién sabe si los mayas de los altiplanos guatemaltecos sabían cosas que nosotros no sabemos. Era una civilización en la que surgieron grandes científicos y matemáticos. Manejaban el concepto matemático “cero” y un sistema vigesimal de medida. Calcularon el movimiento de traslación de la tierra antes que otros pueblos y concibieron el año bisiesto. También calcularon el movimiento de la luna y sus fases lunares. Predijeron eclipses solares y lunares. Las estaciones con sus solsticios y equinoccios…
Así que pretender que los mayas, supieran algo de neuropsicología no sería tan extraño. Plantearon darle un cebo a tu cerebro para que pique y se relaje. A la vez, ese órgano trascendental, como está tranquilo, puede desintoxicarse, reorganizar la información y el conocimiento, equilibrarse químicamente, etc., etc. En definitiva, estar sano.
Si, encima, lo conviertes en mágico, el cebo funciona.
Dicho esto, ¿Quién puede asegurar que no existe la magia?

Por si acaso, la cajita está en mi mesilla de noche.
