Revista Psicología

Racionalización: calma, no pasa nada

Por Mundotlp @MundoTLP
“La realidad no siempre es la que nos gustaría que fuese”, “calma, no pasa nada, da igual, casi es mejor así”. Estas frases son como una muletilla para muchas personas cuando lo que quieren es reducir su malestar al no salir las cosas como desean. Podemos llamar a esto racionalización.Racionalización: calma, no pasa nada
Intentamos estar bien, o como mínimo lo menos mal posible. Por inercia buscamos nuestro bienestar. Lo que pasa es que con cierta frecuencia en mitad de nuestra búsqueda encontramos argumentos que teóricamente son correctos pero que después, en la práctica, no nos calman tanto. Las frases con la que comenzaba supongo que son teóricamente aplastantes, pero ¿realmente por repetírnoslas nos tomamos la vida de manera diferente?.Darnos explicaciones sobre cómo debemos afrontar lo cotidiano ayuda a marcarnos objetivos, a entender que ciertas situaciones no son tan malas, pero corremos el riesgo de querer convencernos de que no pasa nada y aun así seguir sintiendo malestar. De ser así acabamos teniendo dos problemas en lugar de uno: uno por estar mal y otro por no deber estarlo (¡pues vaya!).

La racionalización es un buen mecanismo de defensa psicológica

 En otras ocasiones, para intentar estar algo mejor, intentamos negar ciertas realidades, intentamos no pensar, evadirnos, hacer lo contrario de lo que nos dice el ánimo (estar contentos cuando sentimos una gran pena…). Este mecanismo, aunque eficaz a corto plazo, enseguida se convierte en una trampa. Lo podemos utilizar a modo de careta pero por dentro sentimos la misma sensación de malestar. No quiero decir con esto que minimizar las cosas sea malo, lo que quiero decir es que abusar de este mecanismo puede volverse contra uno mismo al no generar capacidades para hacer frente a problemas de distinta índole.
Pongamos un ejemplo: una persona tras comunicarle que la han despedido se siente fatal, se siente impotente y con rabia. Pasada una hora, cuando llama para contárselo a su pareja, comienza diciendo: “me acaban de decir que estoy despedido”, ante la reacción de malestar y preocupación de ésta, añade: “bueno no va a pasar nada, en esta empresa no iba a ningún lado, ahora tengo el paro…”. Esta persona intenta no preocupar a su pareja a la vez que intenta autoconvencerse de que no es tan grave la situación. Es posible que en ocasiones un despido no sea tan grave, pero si a pesar de estos argumentos la persona sigue sintiéndose mal, deberíamos preguntarnos el porqué. En este caso la razón “lógica” es un intento para alejar los sentimientos de temor y preocupación que surgen en ese momento. En un primer momento quizás es lo único que la persona pueda hacer ante el impacto de la noticia, pero si finalmente no se enfrenta a sus temores y preocupaciones, éstas no podrán ser resueltas.

La diferencia que existe entre la parte y el todo

 El mecanismo principal de la racionalización tiene que ver con la diferencia que existe entrela parte y el todo. Digamos que en este caso quien racionaliza decide dejar de lado una amenaza general (que pueda no encontrar otro trabajo como el anterior) y se centra en lo una parte, tendré más tiempo para mi, para descansar y hacer cosas que no podía mientras trabajaba. La realidad es es que no falta a la verdad y de hecho favorece el ir poco a poco, abarcando lo que se puede y no todo. 
La racionalización puede ser peligrosa si a cada preocupación hay que ponerle un argumento que diga que no hay que sentirse mal. En ese momento es cuando uno puede acabar sintiéndose culpable en lugar de aliviado.
En ocasiones es más sencillo enfrentarnos a esos sentimientos y buscar soluciones realistas y efectivas que seguir intentando convencernos de que no pasa nada; no quiero decir que sea fácil, pero seguro que será más efectivo. Una frase que quizás pueda resumir cómo afrontar ciertos agobios sería: “no es que no pase nada por llegar tarde, por ejemplo. Sí tiene consecuencias, pero en cualquier caso, pasa sólo lo que pasa, no más“.http://elmundotlp.blogspot.com/es

Volver a la Portada de Logo Paperblog