Revista Salud y Bienestar

Radioterapia en el tratamiento del cáncer

Por Sramosa @sramosa

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En el tratamiento del cáncer la radioterapia juega un papel muy importante. El Dr. Javier Serrano Andreu, médico especialista en oncología radioterápica, explica el uso de la radioterapia en medicina.

El uso de radiaciones ionizantes con fines terapéuticos es una práctica clínica consolidada en nuestra sociedad que cuenta en la actualidad con más de 100 años de experiencia acumulada. En 1901, el Dr. H. Danlos, dermatólogo francés, comenzó a tratar de forma empírica pequeñas lesiones cutáneas superficiales de carácter benigno (lupus eritematoso, tuberculosis, etc.) mediante pequeños aplicadores que contenían radio 226, siendo éste el primer uso documentado de irradiación ionizante con intención terapéutica.

Según la definición actual del Ministerio de Sanidad, la Oncología Radioterápica es una rama de la medicina clínica que utiliza la radiación ionizante, sola o en combinación con otras modalidades terapéuticas, para el tratamiento principalmente del cáncer, aunque también de otras enfermedades no neoplásicas.

Se trata pues de una especialidad médico-quirúrgica, ya que, al carácter predominantemente médico que supone el manejo clínico del paciente, hay que añadir unas adecuadas habilidades y conocimientos quirúrgicos para la correcta administración de ciertas técnicas radioterápicas, como la braquiterapia o la radioterapia intraoperatoria.

El mecanismo por el cual la radiación ionizante consigue un efecto terapéutico es un fenómeno bien estudiado. Cuando una partícula con capacidad ionizante, ya sea un fotón, un electrón o una partícula pesada, interacciona con una célula del organismo, puede provocar en ella tres niveles de daño celular: una lesión letal (muerte celular directa), una lesión subletal (daño celular reparable) y/o una alteración del medio extracelular.

Las células sanas, al contrario que las tumorales, poseen mecanismos intracelulares de reparación que permiten subsanar los daños ocasionados por una lesión subletal, por lo que ante la irradiación de un determinado tejido, la proporción de muerte celular entre la población tumoral es generalmente mucho mayor que entre la población celular sana. Esta ventaja, denominada índice terapéutico, es la clave para entender cómo es posible erradicar la totalidad de una población celular tumoral mediante la administración dirigida y controlada de un tratamiento con radiación ionizante.

Tratamientos con radioterapia

A grandes rasgos, podemos diferenciar distintos tipos de tratamiento radioterápico en función de su intencionalidad terapéutica. Así, por ejemplo, denominamos radioterapia radical a aquel tratamiento con radioterapia, generalmente a altas dosis, que persigue por sí solo la erradicación o curación de la enfermedad neoplásica.

En cambio, cuando el pilar fundamental del tratamiento oncológico es la cirugía, y la irradiación supone una ayuda para la eliminación de posibles focos tumorales microscópicos, hablamos de radioterapia complementaria, habitualmente a dosis algo menores que la radical. Ésta, a su vez, podrá ser adyuvante (si se realiza en un tiempo posterior a la cirugía) o neoadyuvante (si se efectúa previamente a la resección quirúrgica).

Por último, cuando el objetivo de la irradiación no es curar la enfermedad, sino paliar algún síntoma o evitar una complicación grave, decimos que aplicamos un tratamiento con radioterapia paliativa, en la cual se suelen utilizar esquemas cortos a dosis moderadas, buscando fundamentalmente el alivio rápido del paciente.

Se sabe que hasta un 70-80% del total de nuevos pacientes diagnosticados de cáncer, van a necesitar en algún momento de la evolución de su enfermedad un tratamiento con radioterapia, en cualquiera de las modalidades que hemos descrito anteriormente.


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