Rafa Martín, nos cuenta un pequeño resumen de su vida como diabético y enfermo renal. Si queréis podéis seguir su página en facebook que se llama "Donación de Órganos de Cantabria" .
Y ahora dejo que os cuente:
Hola a todos, a petición de Ana Hidalgo, quería contaros un poco sobre la evolución de mi enfermedad.
Un poquito resumido, ya que es muy largo de contar, el comienzo fue con 17 años, cuando me diagnosticaron Diabetes mellitus Tipo 1 de adolescente, bastante agresiva y lo peor fue que tardé mucho en aceptarla.
Ocurrió en el año 86, cuando lo de las plumas para la insulina era impensable aún; usábamos jeringuillas, vulgarmente conocidas como las agujas de los yonkis. Podéis imaginaros el rechazo de la sociedad hacia las personas jóvenes, como yo, que empezaban con esta enfermedad y, en esos años, por algún motivo te veían inyectarte la insulina. El rechazo era total, porque aunque quisieras explicarlo nadie te creía, no estaban tan informados como se está ahora y eso es básico, una buena información ayuda mucho.
Bueno no quiero explayarme mucho en eso...
La enfermedad continuó avanzando y dándome muchos problemas... bajones terribles y ya no os digo nada de las tremendas subidas, pero bueno, poco a poco, lo iba peleando hasta el año 2000, que fue cuando me diagnosticaron una retinopatía diabética, que me dejó 14 días ciego.
Gracias a la tecnología láser recuperé la vista, con un grave daño en la mácula del ojo derecho y un fondo de ojo en ambos super dañado; la peleé fuerte y de esa salí.
En el año 2004 me diagnosticaron un fallo renal en evolución muy rápida. Fui aguantando hasta enero del 2005, donde ya en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, me propusieron la posibilidad del trasplante doble de riñón-páncreas. Como os podéis imaginar todo eso me pilló de sorpresa, no sabía nada sobre la enfermedad y me fueron informando poco a poco.
Me explicaron que si perdía por completo la función renal tenía que pasar a dializarme. Esto resultó una desagradable sorpresa para mí porque nunca había oído hablar de la diálisis y de nadie que se dializara, así que me asusté mucho cuando me dijeron que mi vida dependería de una maquina tres veces por semana. A pesar de todo, me considero una persona fuerte y decidida y empecé a indagar sobre la enfermedad y hablar con mis médicos sobre ella y la posibilidad que me daban ellos del trasplante.
Una vez bien informado y habiendo hablado con todos los implicados en la cuestión, como médicos y familia, me decidí a decirles que contaran conmigo para el trasplante.
Las posibilidades de trasplante a veces no son tan sencillas, hay que manejar muchos factores y sobre todo uno muy importante en esa época, ya que el Hospital Valdecilla, retiró el trasplante doble de riñón-páncreas en el año 91 por no ser muy viable.
Pero la perspectivas eran buenas y la verdad la confianza que me daban los médicos eran más, así que nos lanzamos hacer las pruebas, para acelerar el trasplante antes de entrar en diálisis... si se podía evitar.
Al final tuve que entrar en diálisis en Septiembre del 2006, habiendo luchado para evitar la entrada desde el 2004 y, cuando llevaba 11 días en diálisis, me llamaron para el trasplante.
En Cantabria, que es mi región, era toda una novedad ya que iba a ser el primero en la segunda etapa de trasplantes dobles en el Hospital.
Todo salió genial, la operación perfecta y la evolución más, hasta Diciembre donde sufrí una Pancreatitis aguda con rechazo crónico del páncreas. Esto me duró tres años donde los órganos dijeron basta y se pararon, así que en agosto del 2009 entre de nuevo en diálisis y así estuve hasta Enero del 2012 donde me llamaron de nuevo para trasplantarme. Esta vez solo me pusieron el riñón, ya que el último año de diálisis iba todos los días a dializarme y mi cuerpo ya estaba diciendo basta. La operación salió genial con una evolución perfecta y un riñón super funcionante.
En Julio del 2013 nuevamente me llamaron y me trasplantaron el páncreas. La operación salió perfecta y funcionaba perfecto hasta Enero del 2014, que sin motivos aparentes se paró con un rechazo agudo y dejó de funcionar. En el Hospital pusieron todo de su parte para no perder el órgano y que el riñón no sufriera rechazo tampoco.
Comencé con un proceso de inmunosupresión muy fuerte, tanto en fármacos como con Plasmaféresis, Timoglobulina y de más. Sin embargo, no se pudo hacer nada por el páncreas, pero eso sí, el riñón aguantó el tirón y aún sigue a tope.
Ahora solo me queda ponerme fuerte y recuperarme de todo y tener la posibilidad de entrar en lista a por un tercer trasplante. La esperanza nunca se pierde y la lucha es constante, por mi parte y por parte de todos los facultativos que no dejan de luchar y nunca se rinden, por eso les doy las gracias.
Bueno esto en resumen es un poco de la evolución de mi enfermedad y solo me queda deciros que nunca os rindáis y que no tiréis la toalla, la vida es hermosa y hay que disfrutarla a tope.
Rafa Martín