La pelota volvió a ser la mejor aliada del español
Seis de febrero de 2013.Rafael Nadal no competía en un partido oficial desde hacía 222 días. Fue en segunda ronda de Wimbledon ante Lukas Rosol, donde sufriría una doble pérdida: la del partido (6-7, 6-4, 6-4, 2-6, 6-4), y la del resto de temporada debido a una lesión en su rodilla izquierda. Esta vez se trataba de algo ya crónico en su tendón rotuliano, lo que le mantendría alejado del circuito durante siete largos meses.
Nadal y las lesiones, el tema más tocado por los periodistas deportivos de este país desde que el de Manacor empezara a destacar. Estaba claro que no era la primera vez que le ocurría, de hecho, su tío y entrenador ya había avisado en alguna que otra ocasión: "Rafa juega cada temporada muchos más partidos que el resto y es normal que acabe más desgastado. A lo mejor un día la rodilla no le funciona y lo deja. Sería normal".Pero aquel verano fue especialmente amargo con su temprana eliminación sobre la hierba londinense. Algunos especialistas ya se temían lo peor, empezó a decirse que aquella lesión sería la definitiva, que la rodilla tendría secuelas para siempre, que Rafa jamás volvería a ser el mismo y que la carrera del mejor deportista de la historia había llegado a la meta. Todos y cada uno de ellos se equivocaron. Afortunadamente, se estaba cocinando el mejor regreso de un tenista en toda la historia de este deporte. Hablar de 2013 es perder el tiempo, todos saben lo que hizo y lo que logró Rafa en su año de vuelta. Lo que hace falta es comparar cómo afrontó el español aquel febrero de hace doce meses y cómo afronta éste, qué cambios han acontecido en la trayectoria del balear en tan solo un año de diferencia:·· Cuando Rafa Nadal entró en aquel estadio de Viña del Mar para disputar los octavos de final ante Federico Delbonis contaba con 717 partidos en las piernas. 82 encuentros después, está a uno de cumplir los 800, el quinto con más apariciones de los tenistas en activo.
·· Sumaba un balance de 594 victorias y 123 derrotas (82'8%). En la actualidad, y tras un aplastante 75-7 en 2013, cuenta con 669 victorias y 130 derrotas, lo que le hace poseer el mejor porcentaje de victorias de la historia (83'7%)
·· En sus vitrinas podías enumerar hasta 50 títulos. Después de la decena conseguida el último año, son ya 61 (hay que contar Doha de 2014), siendo el octavo con más coronas del ránking histórico.
·· En febrero de 2013, Nadal contaba con 21 Masters 1000, empatado con Roger Federer. Un año después (ganó Indian Wells, Roma, Madrid, Montreal y Cincinnati), son ya 26, cinco más que el suizo.
·· 11 Grand Slams había en su bolsillo, con el récord de Roger Federer en un horizonte casi imposible de alcanzar. Ahora son 13 Majors (Roland Garros y US Open), a uno de empatar con Pete Sampras y con el helvético a tiro para colocarse al frente de la clasificación.
Su octavo Roland Garros significó su duodécimo Grand Slam
·· En tierra batida ya era el rey en aquel 2013 con 36 títulos sobre arcilla. Por delante solo tenía a Thomas Muster (40) y Guillermo Vilas (46). Tras cosechar seis nuevas coronas sobre polvo de ladrillo (Sao Paulo, Acapulco, Barcelona, Madrid, Roma y Roland Garros) se ha plantado con 42, a cuatro del líder argentino.·· Roland Garros volvía a ser como el patio de su casa. Llevaba siete conquistados, pero con el nu evo triunfo, lograba ser el primer jugador en la historia de la Era Abierta en ganar en ocho ocasiones un Grand Slam.
·· En aquel momento se situaba en el 5º puesto de la ATP con 5.755 puntos, siendo el segundo español en el ránking. Un año después, vuelve a ocupar el primer escalón del tenis mundial con 14.330 puntos.
·· Dicho con otras palabras, Nadal se hallaba hace un año a 7.205 puntos de la cima de la ATP, puesto que ocupaba Novak Djokovic. Ahora, situado en lo más alto, aventaja al serbio con una diferencia de 3.750 puntos.
·· Por aquella época, Rafa había estado al frente de la clasificación durante 102 semanas. Un año más tarde y tras haber vuelto a reinar en la ATP, suma ya 125 semanas, el sexto que más en la historia.
·· En términos de ganancias, el balear había obtenido en premios 51.500.000 de dólares, que doce meses después, se han transformado en más de 66.000.000 $.
Se podría hacer hincapié en muchos otros récords y tantos otros números. Cualquier balance o estadística se manifestará a favor del español. Pero el triunfo no se debe medir por la cantidad de partidos ganados o los títulos conseguidos, sino en la capacidad de sacrificio y pundonor que un chaval de 25 años puso en cada día de recuperación con el objetivo de volver a reinar sobre el resto de jugadores. Una idea que se le metió entre ceja y ceja y que finalmente se hizo realidad.
Nadal busca ser el mejor de la historia
Esta vez no estará Rafael Nadal en los octavos de final de Viña del Mar. No podrá batir a Federico Delbonis por 6-2, 6-3 como hiciera la temporada pasada. Tampoco podrá llegar a la final ante Horacio Zeballos, aquella de la cual salió perdedor (6-7, 7-6, 6-4) y provocó que sus máximos detractores volvieran a atizarle. El torneo chileno ha sido modificado por el de Buenos Aires, argentino. Allí el número uno entrará a la pista, si su lesión de espalda se lo permite, y recordará lo que sintió hace justo un año. Sus miedos, sus dudas, temores, ¿volveré a ser el mismo?, ¿cómo reaccionará mi cuerpo después de siete meses sin competir?, ¿y si ya no vuelvo a ganar? Una retahíla de cuestiones que Rafa devoró con solo poner un pie sobre la pista. Un febrero después ya no hay ninguna duda, su tenis y su cabeza le han devuelto al lugar que le responde, buen momento para recordar la pesadilla que le quitó el sueño y de la cual acabó despertando encima de una nube. Tocando el cielo. Para más información sobre TENIS podéis visitar Plusmarca.es o seguirme en twitter: @fermurciego