Los fans de la acción desenfrenada y el gatillo fácil pueden estar de enhorabuena. El título que nos ocupa hoy, Rage, llega con la sólida intención de hacerse con el trono del género de los First Person Shooters (FPS). Y es que Rage no quiere un shooter del montón, ni siquiera llega con la intención de ser un juego más en la lista de novedades semanales, este shooter viene de la mano de los considerados “padres” de este tipo de títulos, id Software, y viene pegando fuerte.
Nada más y nada menos que 4 años de desarrollo a sus espaldas alabados por la privilegiada mente creativa de John Carmack y acompañado por un nuevo motor gráfico (idTech5) dispuesto a situar un nuevo techo gráfico.
¿Habrá valido la pena toda esta espera? ¿cumplirá con lo que los usuarios actuales esperan de un shooter? ¿ofrecerá lo que los usuarios clásicos de los shooters esperan de un juego hecho por id Software? ¿podrá Rage competir con las inevitables comparaciones de Borderlands y Fallout? ¿Será Rage realmente un nuevo exponente gráfico?
Rage / id Software (Bethesda) / PC, PS3, Xbox 360
Veamos…
Aunque antes de responder a todas estas preguntas, vayamos por partes. ¿Qué es Rage?
Rage es un juego de acción en primera persona. Un shooter clásico, donde lo que importa eres tú, tu arsenal y tu habilidad para enfrentarte a los enemigos y matarlos antes de que te liquiden ellos. No esperes elementos de rol, ni un mundo abierto qué explorar ni siquiera una trama con decisiones y consecuencias trascedentales. Este es un juego de acción lineal con un claro objetivo. Disparar y matar.
En Rage encarnamos a un superviviente. En el año 2038 un meteorito destruye toda civilización conocida en la faz de la tierra tal y como la conocemos ahora, no sin que antes el Gobierno envíe al espacio unas arcas (al más puro estilo del Arca de Noé) para salvar a unos afortunados elegidos con la misión de repoblar la tierra una vez vuelva a ser fértil.
Han pasado casi 100 años y el arca en la que nuestro protagonista se encontraba en un estado de sueño latente se pone en marcha y nos despierta. Nosotros somos el único superviviente de esa nave pero al salir al mundo exterior nos encontramos con que no estamos solos. Un Yermo hostil y desolado es lo que queda, donde los humanos que todavía viven, mantienen la esperanza como pueden en una sociedad donde los bandidos dictan la ley del caos y donde hay humanos que han mutado debido a las radiaciones y se comportan como auténticos animales sin piedad.
Personalmente toda esta ambientación que sirve como mera excusa para ir por ahí pegando tiros, me recuerda mucho al mundo de Mad Max. Y siendo una película referente del género postapocalíptico, es todo un logro.
Y es que creo firmemente que este es el aspecto mejor cuidado y más sobresaliente del título. El diseño del mundo y la ambientación tienen una gran fuerza visual en pantalla. Desde las montañas de la estepa, pasando por las vestimentas de los personajes, las armas y las ciudades derruidas o todavía habitadas, todo tiene una consistencia visual digna de mención. Es como si realmente hubiesen creado previamente un mundo realista para luego destruirlo y degradarlo todo a conciencia. Todos los elementos encajan, están en consonancia y son creíbles.
Destrucción y decadencia en su máximo esplendor
Pero lamentablemente, toda esta puesta en escena no sirve de nada, y menos todavía en un juego que no le saca casi partido argumental, si otros aspectos como el técnico, fallan tan estrepitosamente. Y ya sé que viniendo de id Software afirmar tal cosa es arriesgada. Pero me temo que es cierto.
Ojo, que el juego en su aspecto visual general luce muy bien, en un primer vistazo es maravilloso lo bien que se ve (y lo fluido que se mueve a 60fps), pero a costa de utilizar muchos trucos técnicos que si uno se fija, cantan de lo lindo. Hay mucha trampa y cartón. Algo que yo al menos, no me esperaba en un juego que utiliza el motor gráfico más moderno del mismísimo Sr. Carmack.
Por ejemplo, las texturas. Mientras los personajes o las montañas en la distancia tienen unas texturas magníficas, los objetos pequeños y menos importantes tienen unas texturas absolutamente borrosas. Puedes estar hablando con un personaje con un diseño increíble, con una modelado y unas texturas sobresalientes, incluso con una animación por encima de la media, pero a su lado verás quizá un sofá y una mesita con absoluta falta de detalle.
Si miras donde se supone que el diseñador espera que mires, verás un juego con una calidad gráfica a la altura, pero si te fijas con detalle, el juego palidece de forma alarmante.
Para más inri, la interacción con el escenario es prácticamente nula. No hay físicas casi implementadas y los objetos que llenan el entorno son indestructibles.
Para ser de id Software las chicas son bien majas
Pero tampoco quiero hacer sangre de este aspecto la verdad. Primero porque el juego, diseñado principalmente para el hardware de consolas con el objetivo de ofrecer 60fps constantes tiene este precio. Y segundo, porque el apartado visual y técnico no es lo más importante en un título como este.
Hablemos de la jugabilidad.
Lo primero que quiero destacar es que aunque lo parezca, esto no es un sandbox. Aunque el yermo sea un lugar enorme no es más que un telón para ocultar su linealidad. No esperes que te ofrezcan decenas de diferentes posibilidades, no esperes ir por el yermo explorando el territorio en busca de nuevas y sorprendentes aventuras. La mecánica del juego consiste en que te asignan misiones en las ciudades/asentamientos y tú con un vehículo vas hacia el lugar indicado para cumplir esa misión. La misión tiene lugar en algún entorno cerrado y lineal, y una vez acabas, vuelta a por la recompensa. Vamos, que el Yermo es una manera de conectar diferentes “niveles” de forma algo más distendida y menos encorsetada. Entre misión y misión podrás explorar alguna ciudad, hablar con la gente, probar algunos minijuegos, reaprovisionar tu equipamiento, buscar misiones secundarias o participar en carreras.
Y es que el elemento más diferente y “curioso” en este juego al final es precisamente el de los vehículos y sus posibilidades.
El Yermo es un lugar peligroso y en nuestro camino encontraremos bandidos que nos atacarán con sus vehículos, así que nosotros tenemos que asegurarnos de tener un vehículo a la altura de las circunstancias, que sea resistente, rápido y como no, con un buen arsenal.
Para ganar mejores coches o mejorar el nuestro podremos participar en las diferentes carreras y torneos que hay por el Yermo.
Vehículos rápidos y letales
Pero obviamente, no sólo de carreras puede vivir un shooter. Lo más importante en un shooter son las armas. Y en este aspecto id Software ha hecho un trabajo encomiable.
El diseño de las armas es fantástico, todas ellas funcionan a la perfección con una contundencia sobresaliente. Además, los otros objetos que podemos usar junto a los diferentes tipos de munición animan al jugador a probar diferentes tácticas y aproximaciones distintas. Este no es el típico juego en el que andaremos con la misma arma todo el rato, aquí ir cambiando de arma, munición y objetos, es bastante eficiente y divertido.
Y es que la palabra que mejor define la acción del juego es esa. Divertido. El conjunto de armas, junto a la magnífica Inteligencia Artificial (IA) de los enemigos, hacen que los tiroteos no sean para nada repetitivos ni cansinos, todo lo contrario.
Los enemigos realmente responden muy bien a lo que ocurre a su alrededor. Se replegarán si se encuentran en inferioridad, se cubrirán y buscarán alternativas para flanquearte. Además, es digno de mención lo bien que suena el juego. No sólo el diseño de sonido nos ayuda a ambientarnos, sinó que nos ayuda enormemente en los combates para saber de dónde vienen los enemigos y cuantos son. Algo que a mi particularmente me ha sorprendido de forma grata viendo de id Software.
Siguiendo con el sonido, la música si bien es prácticamente anecdótica, el doblaje al castellano cumple a la perfección, incluso con una sincronización labial creíble más que decente.
Por tanto, resumiendo, tenemos un shooter en un mundo abierto, pero que es lineal al fin y al cabo. Un shooter en el que de todas formas se nos ofrecen ciertos elementos extra para llevar a cabo y romper con la monotonía (minijuegos, carreras de coches, fabricar objetos, hablar con otros personajes, misiones secundarias, etc.). Un shooter que gráficamente es muy interesante de contemplar. Un shooter en el que la acción está muy bien compensada gracias a las armas y los objetos. Un diseño de la acción perfectamente equilibrado (aunque es un juego fácil la verdad) gracias a la IA de los enemigos. Un juego que suena muy bien y que a la postre además, nos ofrece una duración muy por encima de la media de otros shooters actuales.
Duración que además puede alargarse un poco gracias a sus opciones multijugador.
No, este hombre No es Gabe Newell.
Opciones quizá algo decepcionantes para los fans de id Software, pues apenas son un añadido anecdótico, pero que son una excusa perfecta para alargar la vida útil del juego.
Podremos así entonces jugar en misiones cooperativas con un amigo, o jugar en diferentes modos de carreras competitivas contra otros jugadores.
Desgraciadamente no han incluido mapas nuevos para el modo multijugador online, con lo que las misiones cooperativas y las carrearas tendrán lugar en algunos de los mismos sitios que ya hemos visto en la campaña monojugador.
Con este cocktel en mano pues, yo debo reconocer que me lo he pasado muy bien. Mucho mejor que con otros shooters de esta generación. Es un juego divertido y SATISFACTORIO, la sensación de jugar a un shooter de calidad es muy sólida. Pero desgraciadamente falla mucho en otros aspectos básicos, y esto viniendo de un juego con tanto tiempo de desarrollo a sus espaldas y de una compañía de la calidad de id Software, empaña un poco el resultado objetivo final.