Raimat apuesta por un nuevo método de clasificación para elegir el vino
Raimat es una bodega que arriesga y ahora vuelve a hacerlo con una nueva forma de clasificación de sus vinos con un claro objetivo: la pérdida del temor del público en general ante la elección de una botella de vino.
Entendamos temor como ese miedo al ridículo cuando, ante un lineal de vinos se genera la gran duda de qué botella debemos elegir. El tipo de etiquetado y clasificación que hasta ahora se utiliza no es amable para el gran público. No tiene un lenguaje llano y provoca más confusión que otra cosa. Ante más de una, parece necesario tener enología, químicas o incluso un sexto sentido para adivinar que vamos a beber. Me atrevería a dar un paso más y decir que en muchas ocasiones, sugestionan.
Hablando por mi experiencia, y ya sabéis que no soy sumiller ni nada por el estilo, aún estando informada y habituada a probar vinos, a veces, ante una estantería me guío más por instinto que por lo que la información de la etiqueta proporciona.
Raimat ha cogido el toro por los cuernos y después de realizar varios estudios ha cambiado la clasificación de sus vinos basándose en su intensidad. Y es que es así de simple. Los vinos, como el resto de las cosas, o te gustan o no te gustan.
Uno de estos estudios realizados indican que más de la mitad de los españoles no sabe cómo elegir un vino y 7 de cada 10 lo ven como un mundo lejano y demasiado técnico. Una barrera enorme si lo que se pretende es incentivar el consumo del vino. Ni os cuento ya si hablamos del público más joven, que ya de por si es más reacio a contemplar esta opción. Hasta ahora, el 44 % resuelve su dilema seleccionando por la Denominación de origen o por el precio, relacionando el más caro con el más bueno.
Elisabeth Figueras, enóloga de Raimat se plantea ante este distanciamiento entre bodega y público final como facilitar esta tarea. Después de dos años de estudios de mercado basados en datos de más de 1.000 consumidores en 4 países, diseñan su propuesta:
Sus 12 vinos comercializados son identificados con un número del 1 al 10, de menos a más intensidad. Una intensidad que surge de la variedad de uva utilizada y de la elaboración de cada vino. El cuerpo, el envejecimiento o las características organolépticas, son las que mandan para hacer el baremo. Un baremo que se ha materializado en dos ruedas, una para los blancos y otra para los rosados y tintos.
Raimat también ha comunicado la conversión de la totalidad de su viñedo a ecológico. Hasta ahora, estaba clasificado como sostenible.
Después de 100 años en Costers del Segre, la bodega sigue innovando y, con esta última propuesta, estoy segura que hasta creando cierta polémica. Una decisión que tendrá sus detractores y sus partidarios. Pero reflexionemos y centrémonos en el objetivo final: el acercamiento del público al mundo del vino y, en consecuencia, el aumento de su consumo. Así que, bienvenida sea.
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@raimatvinos reclasifica sus vinos para facilitar la elección Click to Tweet